Los terrenos sobre los que durante más de medio siglo se levantó el estadio municipal de fútbol de A Estrada inician hoy una nueva era. Las máquinas llegarán en esta jornada hasta A Baiuca para transformarla, borrando con ello la imagen que para esta zona de la villa se proyectó en el año 1959, el mismo momento en el que comenzó a fraguarse un proyecto en el que habría de volcarse todo un pueblo, con el objetivo de construir el que durante décadas fue el hogar del Club Deportivo Estradense.

Las obras de urbanización de estos predios comenzará hoy, después de que se firmase el plan de seguridad y salud para esta obra, tras la rúbrica del acta de replanteo la semana pasada. En la jornada de ayer las brigadas municipales se apuraban para sacar de las instalaciones elementos que pueden ser reutilizados, caso de las planchas de la cubierta de la zona de la cantina.

El Concello de A Estrada inició ya a finales del pasado año el desmantelamiento del viejo estadio de A Baiuca, retirando de él todos los materiales aprovechables. Ello permite que un pedacito de la historia de este campo esté presente tanto en el nuevo estadio como en otras instalaciones deportivas del municipio. Así, las torres de iluminación se desmontaron para aprovecharlas en la nueva casa del Estradense. Mobiliario como bancos o taquillas se reutilizarán en campos de fútbol, como los de Berres o Vea; y materiales como barandillas o elementos de fontanería y electricidad (termos, placas solares o cuadros eléctricos) se destinarán a otras instalaciones de carácter deportivo o a otras actuaciones en el rural.

La empresa Construcciones Abilleira se encargará de ejecutar la urbanización de este nuevo ámbito dotacional que nace en A Estrada de la mano del traslado del estadio de fútbol. Son más de 20.000 metros cuadrados sobre los que adjudicataria se comprometió a actuar en un plazo de 29 días, un tiempo muy por debajo de los tres meses de ejecución que se marcaban en la licitación de las obras. En ese plazo tendrá que demoler todas las estructuras pertenecientes al antiguo estadio municipal -caso de su graderío, los vestuarios y el cierre perimetral-, además de poner toda la parcela a un mismo nivel y proceder a la apertura del nuevo vial proyectado para enlazar al avenida da Torre con la N-640.

A Baiuca cuenta sus horas para abandonar la imagen que se construyó hace 57 años. En aquel momento, con Mario Blanco recién llegado a la Alcaldía, el Concello contaba en este punto con 4.400 metros cuadrados. Era necesario adquirir 18.217 más en una zona especialmente valorada, dada su cercanía al casco urbano. Los promotores de la iniciativa decidieron que el Concello se encargase de adquirir los terrenos, corriendo las obras a cuenta de las aportaciones que se pudiesen conseguir. El proyecto se exhibió en escaparates, tratando de desatar la ilusión colectiva. Y lo hizo.

El estadio de A Baiuca comenzó a construirse en aquel 1959, recibiendo a la máquina excavadora con bombas de palenque. Se inauguró en abril de 1960, no sin antes organizar la llamada "operación rastrillo", en la que más de un centenar de personas se citaron en A Baiuca el día anterior al primer partido para retirar pequeñas piedras y raíces del terreno de juego.

Los estradenses se implicaron mucho con este estadio. No tardaría en llegar la "operación bloque" para ir completando su cierre. Con ella, en los bares locales se impuso la costumbre de abonar, junto con la consumición, el importe de uno o más bloques para esta obra.

La historia de A Baiuca y sus anécdotas escribe hoy un nuevo capítulo, aunque esta vez terminará con la palabra "fin".