La Participación de los Ingresos del Estado (PIE) es una de las vías de financiación de las administraciones locales. Dependiendo de cada concello, estas entregas pueden representar anualmente algo menos de un cuarto de las cuentas. Para la distribución de este dinero, el Estado analiza distintos aspectos como la población de cada municipio -la principal- y otros como el esfuerzo fiscal. Es decir, se premia a aquellos concellos con una mayor carga tributaria frente a los que no se preocupan tanto de repercutir al ciudadano el coste de los servicios públicos. Pero a la hora de analizar con detalle lo que acontece en los territorios de Deza y Tabeirós, algunos concellos se han percatado que esta regla no siempre se cumple a raja tabla, ni siquiera en los casos en los que la ponencia de valores del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) está más actualizada, tal y como dicta la normativa estatal.
Lalín es claramente un ejemplo, en las comarcas, de concello con una importante carga fiscal y es precisamente el impuesto que graba la propiedad el más dinero aporta -incluso comparativamente- con otras entidades locales de Deza y Tabeirós o de la provincia. Sin embargo, los 331.494 euros que percibe del Estado en concepto de inverso de capacidad tributaria son solo el 9,2% del total de 3,6 millones que llegan este año a las arcas municipales de PIE. La capital dezana tiene una ponencia de valores del impuesto de bienes inmuebles de 2004. Esto datos contrastan con los de los demás municipios. A Estrada ingresa por capacidad tributaria 730.600 euros, que son casi el 18% del total de 4 millones que transfiere este ejercicio el Estado. La ponencia en vigor data de 1997. Y el hecho que de la capital de Tabeirós tenga algo más de población que la dezana apenas varía el montante total. Lalín logra del Estado por su número de habitantes 2,9 millones y A Estrada 3,1.
En el caso de Silleda por este capítulo llegaron este año al ayuntamiento 321.000 euros -casi la misma cantidad que a Lalín- dentro de un total de casi 1,6 millones. La proporción por inverso de capacidad tributaria es del 20% y Silleda tiene una ponencia de 1989. Lo mismo acontece con Vila de Cruces, donde el porcentaje sobre el total de ingresos está en el 19% y su actualización del IBI es de 2002. Los fondos son 200.000 euros del millón total. La casuística es más llamativa en los concellos menores, donde la capacidad tributaria más los favorece, aún sin que su esfuerzo fiscal sea mayor. En Rodeiro este capital representa el 22% de todo el dinero que llega del Estado, el 23% en Agolada y hasta el 37% en Dozón. Según los datos de Catastro los tres municipios tienen sus ponencias sin renovar desde 1988. En Cerdedo los ingresos son el 26,5% del total. Sí llama la atención Forcarei, donde los valores de sus bienes inmuebles se actualizaron más recientemente; en concreto en 2009. Una mayor carga impositiva no repercute en más ingresos, ya que por capacidad tributaria este concello solo logra el 11% de los 536.000 euros.
Sorprendente es que por este concepto haya municipios como Moaña que obtengan 614.000 euros frente a los 331.000 de Lalín. Otros ejemplos son Vilanova de Arousa (423.000), Tomiño (358.000), Gondomar (319.000), Salceda de Caselas (447.000), A Guarda (402.000) o casi 400.000 Bueu. Todos estos ayuntamientos tienen menos población que Lalín, una presión fiscal más baja y una ponencia de valores más desfasada.
