La nueva piscina climatizada de Lalín ha dado más de un quebradero de cabeza al anterior grupo de gobierno por quejas de usuarios acerca del estado de las instalaciones y la historia se repite con el actual ejecutivo en los mismos términos. Usuarios del complejo del multiusos denuncian que la baja temperatura del agua está obligando a algunos habituales de este servicio a no acudir por no reunir la piscina las mínimas condiciones de temperatura.

En pleno invierno y en los últimos días con gélidas temperaturas en el exterior, estos afectados aseguran que en muchas ocasiones el agua no está unos niveles de calor adecuados y los bañistas pasan frío dentro de la piscina. En las ocasiones en las que la temperatura del agua es agradable, prosiguen estos usuarios, el ambiente interior no está caldeado y el cuerpo se resiente por las bajas temperaturas al salir del vaso destinado a baño deportivo o utilizado por otros con fines terapéuticos. Los mismos abonados denuncian además que en los vestuarios de hombres es muy común que la temperatura no sea la adecuada y pasen demasiado frío para cambiarse. La situación contraria se da en el vestuario de las mujeres, donde según estos usuarios a veces el calor es insoportable. Por eso urgen al Concello a que tome medidas para atajar un problema que lejos de solventarse, se mantiene. Algunos de los afectados aseguran que esta problemática está extendida entre algunos de los que acuden diariamente a las piscinas y hubo casos de vecinos que dejaron de acudir al Lalín Arena por no reunir las piscinas las mínimas condiciones exigibles. "A veces sales del agua, que estará a unos 26 grados y en el ambiente no creo que haya más de 13", comenta uno de los afectados. Estas mismas personas aseguran que las humedades detectadas tiempo atrás no quedaron solventadas y las filtraciones de agua son comunes en esta infraestructura. Exponen que algunos de los elementos de la construcción como azulejos o láminas están caídos o amenazan con desprenderse a consecuencia de la humedad.

Los problemas de las filtraciones de agua y las humedades aparecieron en las piscinas poco tiempo después de que esta infraestructura se abriese al público, en el mes de septiembre de 2012. Una instalación con menos de cuatro años acumula deficiencias pese a haber destinado el Concello en estos años decenas de miles de euros en sustituciones de calderas de biomasa u otras actuaciones.

Los usuarios que hacen públicas sus quejas aseguran que presentaron avisos en este sentido en el buzón de sugerencias puesto a disposición de los ciudadanos o que los trabajadores de las piscinas son conocedores de un problema que ellos mismos se encargaron de trasladarle. Por ello entienden que el ayuntamiento debería preocuparse de que las tareas de mantenimiento de estas instalaciones se realizasen correctamente para evitar que muchas personas se planteasen dejar de acudir a las piscinas.

Ayer por la tarde algunos de los usuarios que acudieron a este recinto indicaron que la temperatura del agua era óptima y no detectaron problemas. Los que denuncian esta situación coinciden en que no es constante.