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Manuel Isorna Folgar: "Al niño con déficit de atención o hiperactividad hay que reforzarle mucho sus pequeños éxitos"

Profesor de la Universidade de Vigo, hoy imparte en A Estrada una jornada sobre el trastorno por déficit de atención con hiperactividad

Manuel Isorna Folgar, ayer, en la Universidade de Vigo. // José Lores

Doctor en Psicología y profesor asociado de la Universidade de Vigo, Manuel Isorna Folgar escribió Trastorno por déficit de atención con hiperactividade: diagnóstico e orientacións. A las 20.00 horas de hoy impartirá en el Museo do Moble e da Madeira da Estrada (MOME) una jornada con orientaciones para familiares y educadores, organizada por Prevención de Drogodependencias del Concello de A Estrada con la colaboración de Acrofam.

-¿Qué es el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)?

-No es una enfermedad. Es un trastorno que dificulta la adaptación de la persona a su entorno académico, laboral, social... Puede manifestarse solo con déficit de atención -niños y adultos con dificultades para mantener la atención durante un período que los demás sí pueden... a la explicación del profesor, a la lectura...- o con hiperactividad o impulsividad. En este caso son con muchos problemas para estarse quietos, muy impulsivos, que tienen que levantarse permanentemente, que empiezan una cosa y no la terminan... También puede darse de manera conjunta: déficit de atención e hiperactividad.

-Si los padres ven que sus hijos son despistados o no paran, ¿deben preocuparse?

-Todos los niños, absolutamente todos, tienen dificultad para mantener la atención. Todos fuimos niños y todos los que tenemos alumnos sabemos que todos en algún momento de su vida están más inquietos que en otros. El punto de inflexión es el número de veces que lo repiten, siempre en comparación con los niños de su edad. Ese es el criterio. El problema del TDAH es que no hay ninguna prueba bioquímica o neuroanatómica que pueda hacerse para saberlo. Simplemente disponemos de las escalas de Conners que se le facilitan al profesoradoy a los padres. Si se ve que ese trastorno se manifiesta en casa y en el colegio hay que ponerlo en conocimiento del pediatra y este del neuropediatra a iniciar un proceso de evaluación para ver si tiene o no TDAH. Si un niño lo tiene solo en casa o solo en el colegio sería una condición excluyente. Tiene que darse en dos o incluso en tres ámbitos: el social, el familiar y el educativo.

-¿A qué edad se diagnostica?

-Desde los 0 hasta los 12..

-Ante un caso ya diagnosticado, ¿cómo deben actuar los padres?

-Muchos creen que solo con la medicación es suficiente. Pero realmente hay que hacer un trabajo muy importante de desarrollo de la parte emocional, de la autoestima. Ahí juegan un papel muy importante padres y docentes.

-¿Qué pueden hacer ?

-Los niños con TDAH tienen menor rendimiento académico. Tienen que dedicarle mucho más que tiempo para tener el mismo rendimiento que otro con menos esfuerzo. Pero el niño tiene que vivir además de estudiar. Hay muchos padres que, tras el colegio, lo mandan a pasantía y luego a estudiar. Porque ellos quieren que apruebe. ¿Qué pasa? Que al final acaban robándole la infancia o la adolescencia. Pasan tantas horas delante de los libros que le acaban generando aversión. Lo que tienen que hacer los padres es distribuirles el tiempo para que tenga desarrollo social, cultural, deportivo... Tienen que dedicarle una parte importante de su tiempo al estudio. Pero no todo. Y hay que reforzar muchísimo los poquísimos logros que tengan ya que , porsus características, van a tener muy poquitos en su vida. Hay que reforzar mucho sus pequeños éxitos, fijarse mucho en sus cosas buenas. Si no, corremos el riesgo de dañar gravemente su autoestima. Lo mismo a nivel escolar. No se le puede poner a un alumno con TDAH un examen con 10 preguntas. Lo mirará de arriba para abajo, pasará media hora y no hizo absolutamente nada. Hay que adaptarse a ese tipo de alumno. Hacer los ejercicios importantes y preguntar acerca de esos. Focalizarnos en lo que realmente es importante, que es en lo que tienen que gastar las energías. Todo lo que distraiga son motivos para que pierdan la atención y bajen el rendimiento.

-¿Cómo pueden mejorar?

-Con la medicación mejoran mucho pero tiene que ir acompañado del contexto. Si lo tenemos en casa estudiando en el salón con la televisión, con los hermanos pequeños jugando o en su habitación con la mesa llena de pequeños juguetes o delante de la ventana no hacemos nada. Y en el colegio, igual. Si no, por mucha medicina que se tome, reducimos muchísimo su eficacia.

-¿Hay cura o lo tendrán siempre?

-Prácticamente la totalidad lo va a tener a lo largo de toda su vida. El tratamiento debe ser casi de por vida si bien es verdad que la intensidad baja a lo largo de los años. Hay quien se va conociendo y no necesita medicación con algunas pautas para enfrentarse al mundo

-¿Se debe a causas biológicas o a factores externos?

-Estoy convencido de que algo bioquímico sí que hay. El tratamiento farmacológico va en esa línea. Aumenta la dopamina en la parte frontal del cerebro. Pero también depende mucho del entorno biográfico, familiar, las pautas educativas... Todo lo relacionado con el embarazo: exposición a tóxicos, consumo de drogas, exposición al plomo o a los pesticidas. Hay mucha literatura en esa línea. Y también antecedentes familiares, genéticos (de un padre, un abuelo...), patrones de comportamiento que se transmiten... Madres ansiosas, inseguras... que transmiten inseguridad a los niños. Eso tampoco ayuda.

-A veces se dice que alguien es hiperactivo porque hace muchas cosas o no para. Es inadecuado, ¿no?

- Totalmente. Uno de los problemas que tenemos hoy en día son los falsos positivos.Creemos que hay muchos niños diagnosticados que no tienen TDAH. No es lo mismo tener un niño a los 26 que a los 46. Ni ser profesor con 56 que con 26.

-Se refiere a que alguien no sea capaz de llevar el ritmo de ese niño y se crea que es hiperactivo...

- Claro. Ahora con internet ya todos dicen: es hiperactivo. Y al poner una etiqueta filtran su comportamiento por ella. Y pautas de confoportamiento normales se perciben como anormales. También hay presión de las farmacéuticas para vender el medicamento. Y, al revés, padres contrarios a medicar a niños que aunque tengan TDAH no quieren que sea diagnosticado cuando, con un tratamiento, los niños diagnosticados tempranamente mejoran muchísimo a nivel académico y personal.

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