El Museo Ramón Aller de Lalín será escenario el próximo viernes, a partir de las 20.30 horas, del bautismo como escritor de Ángel López Guerra, un chantadino que dice sentirse ya lalinense, que presentará en sociedad su ópera prima titulada Por los caminos del viento. La obra está dividida en varias secciones e invita a reflexionar sobre la condición humana.
-¿Qué nos vamos a encontrar en Por los caminos del viento
-Se trata de mi primera obra, algo que nunca había pensado que me iba a suceder a estas alturas de la vida, la verdad. En el libro hay relatos, poemas, aforismos y demás. Un poco de todo, y pienso que es divertido. Al menos, eso espero que sea para el lector que se acerque a leerlo una vez terminado.
-¿A qué se debe esta vocación literaria tan tardía?
-Si soy sincero, nunca había pensado en que esto tuviera el interés suficiente como para publicarlo, y tampoco se me había ocurrido plasmarlo en un libro. Pero, como sucede con otras cosas en la vida, alguien apareció para animarme a plasmarlo.
-¿Quién fue esa persona que le ayudó a estrenarse como autor?
-En realidad fueron dos chicas de Lalín. Alba Rozas y Verónica Casais, dos licenciadas en Filología, fueron las que se interesaron por mis textos y las principales culpables de que yo esté ahora a punto de presentar mi primer libro como autor. Ellas se encargaron de la maquetación y, sobre todo, de corregir los textos que forman parte de este libro. Le estoy a las dos muy agradecido porque sin ellas no hubiera sido posible que yo pudiera publicar un libro como el que presentamos en Lalín este viernes.
-¿Cuál ha sido su método de trabajo en este opúsculo?
-Me siento muy a gusto trabajando en soledad y, sobre todo, en silencio. Tengo que decir que estoy totalmente contento con el resultado final de la obra porque, como digo, jamás había pensado que estos trabajos fueran de interés y que llegaran a tener forma y ver la luz en forma de una publicación. Así es como me gusta trabajar, y así es como espero seguir haciéndolo.
-¿Por qué le puso ese título?
-Porque soy de los que pienso que en la vida existen diferentes caminos. El camino que tomamos tiene que ver con nuestra existencia, y por eso me decidí ponerle Por los caminos del viento. Creo que es un título muy apropiado para todo lo que se le ofrece al lector en esta obra. Siempre que me preguntan sobre esto digo que los textos que aparecen en el libro van sobre aspectos vitales que construyen eso que damos en llamar felicidad. En el libro se tratan temas tan cotidianos y conocidos como el tiempo, la tierra, la familia, el amor o la naturaleza del mismo Dios.
-Por lo que comenta, tiene pensado seguir escribiendo. ¿Ya hay algún proyecto en mente?
-Tengo algunas cosas que, como ya pasó con este primer libro, podrían llegar a tener forma en el futuro. Así como nunca creí que podría publicar una obra como Por los caminos del viento, espero que sea posible plasmar sobre el papel todos los textos que aún llevo escrito en todo este tiempo. Siempre he sido un gran aficionado a lectura, incluso cuando trabajaba en el campo, en Chantada. Recuerdo estar de pastor por allí y siempre que podía me llevaba un libro para leer en aquellas largas jornadas.
-Supongo que no habrá perdido la buena costumbre de leer ...
-En absoluto. Es más, te puedo decir que lo que entonces era una simple afición de una persona joven, ahora se ha convertido en una pasión que ya no tiene cura. Es algo que siempre me ha llenado mucho y por eso ahora que he publicado mi primer libro, todavía le doy más valor aún a todo lo que cae en mis manos en forma de libro.
-¿Espera vender muchos ejemplares de su primera obra?
-No es algo que me obsesione demasiado. Después de ver publicado algo tuyo en circunstancias como las mías, lo que más te llena es poder ver que por fin ha tomado forma lo que escribiste.
