Responsables municipales de Lalín y representantes de algunos de los colectivos que participarán en el Cocido do Orgullo del primer fin de semana de marzo participaron el pasado sábado en una reunión preparatoria del evento. Fito Ferreiro, responsable del colectivo Sete Cores acudió a la cita de la casa consistorial lalinense. Alas Coruña, Arelas, Alas Lugo, Nós Mesmas, Ultreia LGTB y Agrogai completan la nómina de colectivos que se han sumado a esta iniciativa municipal.

-¿Qué le pareció la primera reunión preparatoria del Cocido do Orgullo de Lalín?

-La verdad es que todos los que acudimos allí nos quedamos gratamente sorprendidos porque es una cosa que partió de los técnicos del Concello y, si soy sincero, nosotros no esperábamos algo tan bien organizado para ser la primera vez que lo ponen en marcha. La reunión fue muy productiva porque tuvieron en cuenta nuestras ideas, las de todos los colectivos.

-¿En qué va a consistir exactamente el evento reivindicativo?

-Va a haber de todo ese día. Habrá educación en valores y, por supuesto, diversidad. Habrá charlas sobre el tema en los institutos y en los centros escolares y, también, se proyectará el documental de Carla Antonelli. También contaremos con pinchadiscos, cuenta cuentos y hasta una feria de la diversidad. Pienso que se trata de un evento muy bien planteado, que seguro va a gustar a todo el mundo.

-¿Cómo valoran desde Sete Cores este tipo de actividades?

-Tanto nosotros como el resto de asociaciones participantes valoramos, sobre todo, que se trata de una propuesta del Concello en la que han participado todos los partidos políticos. También valoramos mucho que en el Concello de Lalín supieran qué tienen que hacer algo al respecto de la diversidad, y que tienen que trabajar por su gente. El problema que nos encontramos con este tipo de iniciativas es que muchos de los de Lalín hacen vida nocturna en Santiago.

-¿Podría ser el embrión de un primer colectivo gay en el rural?

-Sin duda, eso estaría muy bien. La idea es ir buscando gente para que nosotros les podamos ayudar a montar un colectivo. Espero que salga un colectivo gay de la comarca de este evento. Por eso, como decía antes, nos pareció a todos una cosa muy trabajada por parte de los organizadores municipales. Las clases o charlas en los colegios nos parecen fundamentales para reivindicar la diversidad, y habría que intentar que este tipo de conferencias tuvieran continuidad en el tiempo entre los escolares.

-¿Conoce alguna iniciativa similar en el resto de Galicia?

-En Galicia algo así es totalmente novedoso. Lo de que un Concello se anime a realizar algo así es único. Ellos lanzaron la idea y como estaban un poco peces en esto, se pusieron en contacto con nosotros para que les echáramos una mano y poder montarlo. Se me olvidaba recordar que, por supuesto, además de los actos del programa habrá un cocido típico de Lalín para los participantes, como no podía ser de otra forma, claro.

-Usted ya formó parte del Xantar Rural LGTB de Silleda, ¿todavía siguen siendo necesarios este tipo de acontecimientos en Galicia?

-Este tipo de actos siempre son importantes, pero yo pienso que todavía es más importante la educación y los recursos de mediación comarcal o municipales que puedan hacer posible las charlas como las que tendrán lugar en Lalín con motivo del Cocido do Orgullo.

-¿Para cuándo la total visualización del fenómeno gay en el rural?

-Lo cierto que no sólo es un problema del rural gallego. En otras partes rurales del mundo se encuentran casos de homofobia, como todos sabemos. Siempre digo que la homofobia no deja de ser el miedo a lo desconocido, y ahí es donde radica realmente el problema. En el rural gallego contamos, por otra parte, con una idiosincrasia muy particular donde nadie dice nada de nada y tampoco quiere saber del asunto. Recuerdo que en Silleda todo fue muy bonito porque no hay que olvidar que en su Concello se realizó el acto simbólico de izar la bandera del arco iris, algo que a los homosexuales nos llegó al corazón.