-¿Cómo ha recibido el sector el hecho de tener que hacer frente a este impuesto?
-Estamos, ya a nivel estatal, detallando el alcance de esta decisión del gobierno central. La verdad es que existe una sensación de sorpresa, porque al final de lo que se trata es de elevar la carga impositiva a los ganaderos y los tiempos para este sector están como están. Tenemos que mirar bien cuáles son las condiciones de este impuesto y cómo se aplicará.
-¿El sindicato tiene previsto realizar alguna campaña informativa para que los asociados conozcan el alcance de la medida?
-Sí, como decía, estamos con una campaña a nivel nacional y en otras comunidades autónomas ya se está trabajando en este sentido. Es cierto que estamos con un gobierno en funciones, pero parece que el Estado trata de cargarnos con más impuestos a través de los ayuntamientos.
-¿Existen dudas acerca de que el trabajo de Catastro pueda no excesivamente riguroso?
-Todos sabemos lo que pasa con Catastro en muchas ocasiones. Mide mil metros cuadrados y no se para a ver con detalle las características de las construcciones. No me creo que se paren mucho a analizar con detalle cada obra. Otro problema está en los valores aprobados por los concellos, que son demasiado elevados y cualquier tipo que se aplique será, con toda seguridad, muy alto. Queremos que se miren bien los coeficientes y sobre qué valor catastral se aplicará a cada construcción. Los valores reales a veces no se corresponden con los de Catastro. Luego existen otras particularidades como la antigüedad de las explotaciones o el lugar en el que están construidas. Porque pasa mucho con las granjas de porcino y de pollos, y también cada vez más con las de vacuno, que están en terrenos diseminado y hay que ver si perderían derechos por deducciones fiscales. Otras granjas tienen más de 20 años y por eso creo que es importante que Catastro haga bien el trabajo de campo y no solamente utilice una planimetría para elaborar estos informes. Queremos que se vean bien las construcciones, su antigüedad, tamaño y sus características, porque no es medir un trozo de bloques y punto. También habrá que esperar a ver qué deducciones aplican concellos como Agolada o Vila de Cruces en este impuesto, porque los concellos también han de mirar qué carga impositiva se aplica. Y lo que me parece sangrante e insólito es que sea el afectado el que tenga que pagar una tasa de 60 euros a una empresa contratada por Catastro.
