Las raíces de los árboles que hay justo delante de la guardería municipal de A Estrada motivan los reiterados vertidos de fecales a la vía pública que se producen cada vez que se producen fuertes lluvias. Esas raíces se han introducido en las tuberías y, consecuentemente, han mermado su luz -el ancho de las canalizaciones- de modo que su capacidad se ve tan reducida que ocasiona un "retorno" que motiva la inundación de ese ámbito. Así lo aseguró el teniente de alcalde Juan Constenla después de que el Concello y personal de la firma especializada Viaqua -con equipos dotados con cámaras especiales para introducirse en las tuberías y estudiarlas por dentro- aprovechase los últimos días de buen tiempo para acometer una revisión a fondo de las alcantarillas de la villa en aquellos puntos en los que se producen problemas de manera reiterada cada vez que llueve.

Y el ámbito comprendido entre la escuela infantil municipal y el colegio público de Figueiroa es uno de los más problemáticos. Antes del verano, el Concello adjudicó las obras para levantar el tramo final de la red de saneamiento de la avenida de Santiago y ejecutó un desdoble en la conducción, practicando nuevas salidas al objeto de dotarla de una mayor capacidad. El objetivo era incrementar el caudal de los colectores para evitar los colapsos que venía experimentando la red. Concluidos los trabajos, las fuertes lluvias registradas en octubre demostraron que el problema se había resuelto en la zona en la que afloraban los vertidos fecales ante el colegio pero que continuaban un poco más abajo. Ya entonces, Constenla admitía la existencia de un "estrangulamiento" de la conducción en el entorno de la guardería. Y para saber su origen decidieron recurrir a las cámaras.

Estas han dado con la causa. Las raíces de los árboles taponan la conducción y cuando hay demasiado caudal de agua, debido a la lluvia, posiblemente también debido a alguna "mala conexión" de las pluviales y las fecales, estas brotan de la alcantarilla tras levantar su tapa, dejando sobre la vía pública restos de papel higiénico, tampones y otros residuos orgánicos.

Localizado el problema, el Concello proyecta solucionarlo próximamente. Abrirá una zanja. Retirará "todo" y repondrá tuberías para que las aguas fluyan como deben. Lo mismo hará en la cuesta de Penerada, donde una arqueta solía saltar cada vez que llovía con fuerza, con el consiguiente riesgo para la seguridad vial. Las raíces de los árboles se habían adentrado en las canalizaciones buscando humedad. También en este caso se cambiará el tramo de tubería afectado, saneando por tanto las alcantarillas.

No solo en estos puntos se han utilizado cámaras para intentar poner fin a problemas derivados de filtraciones que sufren bajos y garajes como consecuencia de las filtraciones de las redes públicas de aguas.

En la calle García Barros se emplearon para loalizar las "malas conexiones" que motivaban filtraciones a un garaje. Y en Benito Vigo se usaron para revisar las tuberías desde la nave en la que en su día tenía su negocio Silva Paramá hasta A Baiuca dado que dicha nave sufre filtraciones que es preciso solventar.

También en relación con la canalización de pluviales -pero ya sin la utilización de cámaras- cabe destacar que el Concello acaba de cambiar la conducción existente en Vilar para evitar riachuelos de pluviales y tierra cada vez que llovía con fuerza. Se construyeron arquetas y se pavimentó el arcén hasta la calzada al objeto de propiciar una mejora de la seguridad vial en este ámbito.