Frente a estos repetidos ataques a ganaderías por parte de los cánidos, el sindicato Unións Agrarias reclama a la consellería medidas urgentes y contundentes. El secretario comarcal, Román Santalla exige actuaciones concretas que frenen estas incursiones a la par que censura los "intentos por silenciar" estos ataques por parte de Xunta. "No hacen más que amedrentar al ganadero para que no denuncie y para que no se sepa que hay un problema real", recriminaba Santalla. "Decidieron llenar los montes de lobo para controlar el jabalí pero si este se ha reducido es por las batidas de los cazadores, porque ante los ataques de lobo suele esconderse o cambiar de zonas" explica.

El sindicalista y ganadero reclama a la Xunta que "den de comer a estos animales. Si se están metiendo a las casas y a plena luz del día es porque tienen hambre". Tal y como había apuntado ya el año pasado Unións "los ganaderos estamos mandando todos los días camiones de animales muertos, muchas veces por causas que no suponen un riesgo para la salud, y que pueden servir para alimentar a los lobos, que los utilicen que para algo pagamos ese sistema de recogida". También reivindica que "no seamos siempre los ganaderos los que paguemos y además quedemos por malos". Reivindicaba, así, la implicación también de grupos ecologistas no solo para la protección de los lobos cuando los ganaderos exigen su control sino ahora que evidencian que están hambrientos.

En la zona de O Carrio y A Goleta se contempla la existencia de una manada integrada por al menos dos ejemplares, tal y como han confirmado ya al ganadero afectado técnicos encargados de evaluar los daños en otras ocasiones y tras una investigación.