El precio medio de la leche a nivel estatal durante 2015 fue de 31 céntimos el litro, lo que convierte a este año en el de peores resultados de los últimos cuatro ejercicios, según los datos que maneja el Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA). Con ese precio, la leche se pone al nivel de 2012, cuando se vendió a una media de 31,8 céntimos, mientras que en 2013 subió a los 35,3 y en 2014 se cifraba en 36,2. Es decir, en solo un año el precio medio de la leche cruda se desplomó en 5,2 céntimos por litro.
A nivel gallego la situación es incluso peor. Es la comunidad que más leche produce, 219.709 toneladas al mes, frente a un total estatal de 579.078, y en primavera se disparó hasta las 234.113. Es precisamente por esta descomunal oferta el área que tuvo durante todo el año pasado el precio más bajo, 28,8 céntimos. Las explotaciones gallegas solo cobraron este alimento por encima de los 30 céntimos entre los meses de enero y marzo. A partir de aquí, el valor comenzó a caer hasta alcanzar en julio los 27,6 céntimos, para comenzar a recuperarse desde entonces, pero los 28,8 con que también cierra diciembre están muy lejos no solo de la media nacional, sino de otras comunidades como Canarias, Extremadura o Baleares, que son las tres del precio más alto.
Es normal que en estas autonomías la leche se venda mucho más cara, puesto que la producción es muy inferior: en Canarias en diciembre se vendieron 2.859 toneladas, y el precio de ese mes es de 45 céntimos por litro. A decir verdad, en las islas durante todo el año la leche nunca bajó de esa cifra. El caso de Extremadura es aún peor, pues su producción se queda en las 2.503 toneladas, y un precio de 32,6 céntimos, aunque a principios del año pasado éste era de 35,7. Por su parte, en Baleares la producción es de 5.357 toneladas y el precio, en diciembre, de 33,1 céntimos.
La situación que atraviesa la leche gallega es grave, no solo por esta diferencia con las autonomías con menos producción, sino incluso con las comunidades que también tienen un potencial lechero alto. La siguiente zona láctea en el país después de Galicia es Castilla y León, con 72.680 toneladas (recordemos, Galicia tiene 219.709). Aquí el precio estuvo siempre por encima de los 30 céntimos (fue a como se pagó en julio y agosto) y la media es de 31,5 céntimos, esto es, casi 3 por encima del promedio gallego.
La eterna crisis de precios del sector vacuno de leche explica que desciendan el número de compradores, pero sobre todo el de explotaciones ganaderas. Galicia comenzó 2015 con 53 compradores de leche, y lo cierra con 50, pero es que entre septiembre y noviembre, tras agudizarse la crisis, el número de intermediarios bajó a 48. En el global español pasa lo contrario: si en enero estaban dados de alta 296 compradores, en diciembre la nómina cuenta con 308.
Donde sí coinciden las cifras gallega y estatal es en el descenso de granjas. En la comunidad autónoma en enero se contabilizaban 9.606 explotaciones de leche, y desde ese mes han ido cesando actividad de forma progresiva hasta caer en medio millar y quedarse en las 9.132. En toda España se pasa, en esos 12 meses, de 17.090 granjas a 16.399. Solo aumentan las explotaciones en Canarias (de 99 a 107) y en Murcia (de 23 a 24).
