Fenosa mantiene a día de hoy invariable su proyecto de la Línea de Alta Tensión (LAT) y no accede al soterramiento del tenido como piden algunos vecinos, la plataforma y el Concello de Lalín. La eléctrica marca sus tiempos, máxime cuando sabe que su proyecto es de incidencia supramunicipal y cuenta con todos los permisos de la Xunta. Por eso, para manejar sus tiempos, presentó el contencioso contra el ayuntamiento -lo hizo días atrás y ya lo había exigido en 2012- para que le otorgue licencia municipal de obras para la línea que pasa por la Fraga de Casas Vellas.
La empresa no resta importancia a este pleito, pero a la vez dice que es un "trámite" para cumplir con todas las exigencias. Fenosa sabe que a día de hoy podría iniciar unas obras para la LAT, que están refrendadas por la Xunta en un proyecto sectorial de incidencia supramunicipal que la faculta para extender la futura línea entre O Irixo y la subestación local. Pero la firma desea que sea la justicia la que conmine al Concello a conceder este permiso de obra para evitarse problemas y tener un argumento más al que agarrarse y con el que atesorar que su polémico proyecto está autorizado. En caso de que un juez -algo improbable- desestime las pretensiones de Fenosa en este contencioso, la empresa podría preparar un recurso. Pero lo que subyace en este asunto son los tiempos precisamente, pues la primera licencia municipal se pidió ya en 2007, la eléctrica desea apurar todas las autorizaciones para saber cuándo podría comenzar con las obras. "Estamos a expensas de lo que determine el juez", indican desde la compañía. Con esa sentencia en la mano tendrá otro argumento a favor. Eso no quiere decir que la postura de Fenosa no pueda variar y que acceda a soterrar el tendido, algo que supondría, entre otras cosas, habilitar más de dos millones a mayores para la obra y retrasar todavía más el proyecto, cuando cree que se ofrecieron ya varias alternativas que minimizaban el impacto ambiental en Catasós.
