-¿Le gusta su trabajo en la recepción del Lalín Arena?

-A mi me gusta. Yo creo que ahora el multiusos está en bastante buena dirección. Quizás no haya de momento mucha estabilidad en las actividades, más que nada por las dificultades de poder mantenerlas en el tiempo. Imagino que será un problema burocrático.

-¿Considera que es una instalación aún infrautilizada?

-Aquí es complejo. Una instalación tan grande en un sitio como Lalín ahora mismo es difícil de llevar. Y eso que nos viene gente de toda la comarca. Sólo con la gente que estamos en Lalín sería algo muy complicado.

-¿Le gusta hacer deporte a la gente o lo hacen por inercia?

-Hay muchísima gente que es habitual, que acuden a actividades fijas y ya van desde siempre. Aparte, es muy atractivo porque los precios que hay aquí no los encuentras en ninguna otra instalación similar. Solamente el área termal que hay aquí no la tienen muchos hoteles de cinco estrellas, y por muy poco dinero. Una entrada libre diaria, que puedes estar sin límite de tiempo por 5 euros, te ofrece piscina, área termal, actividades dirigidas y gimnasio. Desde luego, no hay muchos sitios que puedan ofrecer algo así por tan poco.

-¿No sería bueno animar a las familias para que hicieran más uso de un multiusos así?

-También tenemos a familias entre nuestros usuarios más habituales. Aquí también es algo complicado porque si cuadra el marido va y la mujer no, y a la inversa, ella viene y él no. Con los niños también pasa algo parecido porque hay muchos que son muy difíciles de llevar y de convencer. Hay niños que sí les gusta nadar, y van al Arena a aprender a nadar. Pero la mayor parte de los niños prefieren balonmano, fútbol o rugby y otras actividades que les llaman un poco más que la natación. Para un niño es mucho más bonito competir que estar nadando durante un tiempo solo en una calle de la piscina. Todo lo contrario pasa con una persona mayor, que lleva mejor lo de nadar en solitario. Y eso que, como todos sabemos, se trata del deporte más completo de todos los que existen.