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Una estradense trabaja en Barcelona en el diseño de la "depuradora del futuro"

Clara Reino forma parte de un grupo de investigación del proyecto europeo Life-Saving-E para desarrollar un equipo urbano capaz de convertirse en productor neto de energía

Clara Reino, junto a los reactores con los que trabaja.

Con mucha morriña pero totalmente entregada a la ciencia, la estradense Clara Reino reconoce que no sabía muy bien hacia dónde encaminar sus pasos cuando terminó sus estudios de Ingeniería Química. Acababa de llegar de Polonia y decidió volver a hacer la maleta para dirigirse a Barcelona y cursar un máster de Estudios Ambientales de la Universidad Autónoma. Aunque su idea era buscar empleo en alguna industria, terminó embarcándose en la aventura de trabajar para lograr la depuradora del futuro, una Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) capaz de cumplir con su cometido en materia de depuración y, en paralelo, generar energía.

Este es el objetivo del proyecto Life Saving-E, encabezado por los profesores Julián Carrera, María Eugenia Suárez-Ojeda y Julio Pérez. A él se vincula un grupo de investigadores del Departamento de Ingeniería Química, Biológica y Ambiental en el que se integra Clara Reino. Explica que se trata de un proyecto que ansía una depuradora urbana productora de energía que mantenga -e incluso mejore- los niveles de vertido requeridos.

Inmersa en esta investigación, Reino explica que actualmente muchas EDAR urbanas ya recuperan parte de la energía invertida en el tratamiento del agua residual en forma de biogás, si bien concreta que esta recuperación energética normalmente solo alcanza unos valores que se mueven entre el 40 y el 50%. "Lo que nosotros proponemos es una sistema en el no solo se recupera el 100% de la energía invertida en la depuradora (en forma de biogás) sino que se consigue convertir la EDAR en productora neta de energía", concreta.

Las indicaciones de esta ingeniera química apuntan a que se trata de un sistema biológico en el que toda la materia orgánica presente en el agua residual que llega hasta este tipo de estaciones se destina a la producción de biogás y la eliminación del nitrógeno se efectúa con una nueva tecnología -indica- "que no precisa materia orgánica y que tiene asociados menores costes de aireación que los tratamientos biológicos actuales".

Aunque el proyecto es nuevo -explica que arrancó en octubre del pasado año-, este grupo de investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona del que forma parte Clara Reino lleva unos años dedicado a la "depuradora del futuro". En concreto, esta estradense lleva dos años y medio centrada en el proyecto, en la medida en que comenzó su tesis de doctoral -dirigida por el profesor Julián Carrera- en octubre de 2013 y enfocada en la implementación de este nuevo sistema a escala laboratorio. Ahora, con el Life-Saving-E se busca instalar y operar con este sistema a escapa piloto en una EDAR urbana que, según se indica, está próxima a la universidad. El siguiente paso sería implementar el sistema a una escala cien por cien real, algo que se calcula pueda suceder en tres o cuatro años.

Clara Reino relata que en los últimos años los países industrializados muestran un gran interés, no solo técnico sino también comercial, por conseguir esa "EDAR del futuro", de manera que los mayores esfuerzos se están centrando en la implementación a escala real de sistemas como el que proponen estos investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona.

En base a las explicaciones de esta estradense se entiende que la depuradora del futuro en la que trabajan estos científicos podrá ser eficiente en su labor de depuración del agua y, a mayores, generar energía en forma de biogás, que se considera limpia al provenir de un residuo, siendo, por tanto, una valorización del mismo. A mayores, esta experta explica que con el nuevo proceso se producen menos gases de efecto invernadero.

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