La Fundación Neira Vilas, en Gres (Vila de Cruces) acogió ayer la entrega del Premio Arume de Poesía, el primer acto desde el fallecimiento del literato el pasado mes de noviembre. Pese a su ausencia, el centro cultural de la Fundación volvió a llenarse de escritores, amigos, vecinos y sobre todo niños, como en ediciones pasadas; muestra de que el espíritu de Neira perdura. Una constante que quedó palpable a lo largo de toda la entrega y en cada una de las intervenciones de la tarde, que recordaron a "Pepe", como sus amigos le conocían, en muy distintas facetas de su vida.

El presidente de la Fundación, Luis Reimóndez, fue el encargado de ejercer de maestro de ceremonias, insistiendo en los sentimientos encontrados que afloraban en este acto. Por un lado la tristeza por la marcha de su fundador y por otro la felicidad por continuar su legado, tal y como a él y a su mujer, Anisia, les hubiera gustado. Fue su sobrino, el profesor de la USC, Fernando Redondo Neira, quien se encargó de dibujar la faceta más personal del escritor, recordando los orígenes de la Fundación, uno inicios en los que él era aún un niño.

Esta octava edición del premio contó con una docente como ganadora: Mónica Inés Varela Gestoso, profesora en el IES García Barros de A Estrada. Su obra Soños de nenos fue, en palabras del jurado 'un poemario de versificación ágil y luminosas imágenes, todo un mundo de elementos tiernos y maravillosos". Además, el jurado también destacó de la obra que "su lectura puede facilitar un primer contacto con la lírica y ofrecerles a los maestros un valioso recurso educativo", en base a que el poemario denota "un perfecto conocimiento del alma infantil". La ganadora destacó lo emotivo y significativo que resultaba este galardón debido, en parte, a las circunstancias que lo habían envuelto. El premio está dotado con una aportación económica de 600 euros y la publicación de la obra por la editorial Edicións Embora.

Tras el acto central, fue momento para el recital poético, en el que niños y niñas de la comarca leyeron poemas incluidos en el poemario ganador. Esta es una de las señas de identidad de este premio literario que se convoca cada dos año, en alternancia con el Premio Estornela de Teatro. Ambos son trabajos dirigidos a niños pero escritos por adultos, en consonancia a una máxima que Neira solía repetir "atended a los niños, sin ellos no somos nada".

Poco más tarde fue turno para el director xeral de Desenvolvemento Rural, Antonio Crespo, dada la importancia que este premio tiene en el mundo rural. El secretario xeral de Política Lingüística, Valentín García, muy vinculado a la Fundación, fue el siguiente en intervenir destacando la calidad literaria de la autora y la importancia de la creación en gallego orientada a los lectores más jóvenes "así fue como Neira y Anisia concibieron este certamen". García también recordó que este año se cumplen 55 años de la publicación de Memorias dun neno labrego el best seller de Neira que le llegaría siendo un autor muy joven, a los 33 años, y que pese a haberse publicado en Buenos Aires "Balbino fue ya desde Gres". El alcalde de Vila de Cruces, Jesús Otero, fue el encargado de clausurar el turno de intervenciones destacando al ilustre cruceño.

Hubo también tiempo para establecer una simbólica mención para la Fundación A Solaina de Piloño Paco Lareo, cuya presidenta, Carmen Lareo asistió al acto. Ambas entidades deben afrontar la pérdida de sus fundadores y continuar su legado. El cantautor Manoele de Felisa, que ya había introducido el acto, fue el encargado de ofrecer un recital a modo de colofón de la jornada.