La ejecutiva del sindicato Unións Agrarias mantuvo ayer una reunión de trabajo en su sede local, en Lalín, para abordar la situación actual que atraviesa el sector tras las protestas llevadas a cabo en diciembre ante la distribución así como el anuncio de iniciar nuevas presiones ante la industria para forzar un incremento del precio de la leche a los productores. El secretario comarcal, Román Santalla, comenzó por hacer una "valoración positiva" de las movilizaciones llevadas a cabo ante la distribución el mes pasado. Unas protestas que fraguaron acuerdos con las principales firmas como Carrefour, Alcampo, Eroski, Lidl, Gadisa y Dia, además de El Corte Inglés que se sumaba posteriormente al compromiso de subir dos céntimos las tarifas del cartón de leche de su marca y aún pendientes de una reunión con Mercadona. "Tenemos que ser conscientes de que esto es una carrera de fondo, debemos valorar cada pequeño paso que vamos consiguiendo", apuntaba. Los productores se mantienen ahora a la espera de que este aporte de precios realizado por la distribución se traduzca directamente en el precio que perciben por la leche en origen, unas negociaciones que están echando mano de la organización de productores Ulega. "Necesitamos que las industrias sean claras, transparentes y ágiles. Precisamos que informen adecuadamente a los ganaderos" puntualizaba Santalla.

En cuanto a la convocatoria de nuevas movilizaciones ante industria, el sindicato ofreció la máxima disposición a las negociaciones previas a las protestas. "Tenemos que intentar que la negociación sea nuestra herramienta más importante". Frente a las presiones anunciadas a la firma francesa Lactalis, por el momento aguardan que estas negociaciones aporten soluciones directas si bien la opción de iniciar protestas está también presente si no se fragua un acuerdo con la industria que se traduzca en mejoras directas.

En el transcurso de esta reunión, también se abordó la necesidad de exigir a la consellería de Medio Rural un mayor control sobre las importaciones de leche procedentes tanto de Portugal como de Francia. "Somos conscientes de que el libre mercado trae este tráfico de producto de otras zonas pero Galicia no puede ser el sumidero de excedentes de leche", espetó Santalla. En este sentido reclamó un mayor control de la leche que entra a través de las fronteras, con un reajuste de los controles que equipare los realizados a los productores gallegos con los que realizan a la leche importada de otros puntos. "No vaya a ser que aquí tengamos un gran número de exigencias y el que entra de otros países no cumpla los mismos controles".