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Jaume Vives: "En el cristianismo está implícito ser perseguidos"

"Alepo, la Barcelona de Siria, estuvo sitiada durante año y medio, y no hubo ningún medio que contara lo que allí estaba pasando"

Vives ofrece una conferencia el lunes en el Museo de Lalín.

El Museo Municipal Ramón María Aller de Lalín será escenario este lunes de una conferencia del periodista catalán Jaume Vives sobre el terrorismo islámico y la persecución a la que están siendo sometidos los cristianos en varios países de Oriente Medio. La charla, en la colaboran la Diócesis de Lugo, el Concello de Lalín, la Imprenta Marcaxe y FARO DE VIGO servirá para conocer de primera mano la experiencia de este joven profesional tras su estancia en el Líbano que ya prepara dos nuevos libros, uno sobre el Estado Islámico y otro sobre la realidad actual de Irak.

-¿Cuándo nace en usted la necesidad de contar lo que está pasando en Oriente Medio con respecto a los cristianos perseguidos?

-Hace un par de años me llegaron noticias de que había cristianos en Oriente Medio que estaban siendo perseguidos por serlo. Con el tiempo comprobé que era verdad y que están siendo maltratados por su condición de cristianos. Entonces decidí viajar allá con un doble propósito, por un lado dar a conocer esa realidad que muchas veces nos llega aquí bastante sesgada y, por otro, que sirva de toque de atención a Occidente, donde los católicos viven cómodamente e incluso se avergüenzan de serlo.

-¿Qué fue con lo que se encontró por aquellas tierras?

-En el Líbano y en Irak comprobé que el ISIS es uno de los problemas que tienen por allí junto a Occidente. Hay cientos de familias yihadistas, y con la mayoría de la gente con la que pude hablar coincidieron en contarme que la persecución a los cristianos de la zona ha pasado a ser cosa de la propia sociedad de esos países.

-En un reciente estudio, además de en Oriente Medio, se decía que también había persecución en países como México. ¿Qué le parece?

-Desconocía ese dato, pero esto no es nuevo. Date cuenta que los cristianos sufren persecución desde hace 2.000 años porque en el cristianismo está implícito ser perseguidos. Desde los leones, al 36 en España, etcétera, siempre ha sido así. Lo que pasa es que ahora todo esto es más mediático que nunca y se empieza a conocer mejor en otras partes del mundo, pero en Oriente Medio pasa desde hace mucho tiempo, desgraciadamente.

-¿Cómo explica el sospechoso silencio mediático sobre los ataques sexuales de musulmanes en ciudades como Colonia?

-Una monja destinada en Oriente Medio me dijo una vez que nada de esto es casual. El propio jefe de la policía de Colonia llegó a reconocer que sabían que iba a suceder pero que se calló para no hacerle el juego a los grupos de ultraderecha. Te puedo contar que Alepo, que es la Barcelona de Siria, con cinco millones de habitantes, estuvo sitiada un año y medio y no hubo ni un sólo medio de comunicación que contara lo que allí estaba pasando. Claro que es algo muy raro, pero nada es casual.

-¿Considera que existe demasiada permisividad con este tipo de actitudes en Europa?

-No recuerdo qué filósofo decía que demasiado buenismo nos está suicidando en Europa, y estoy de acuerdo. Es evidente que estamos ante campañas orquestadas porque, por ejemplo, en el tema de los refugiados se propagó la famosa foto del niño muerto en la playa, que al final resultó ser hijo de un mercenario, y todos aquí se pusieron del lado de un mercenario en el tema. El tema de los refugiados es sólo un parche porque seguirán viniendo y, aunque hay ser generosos, también se debe ser prudente y no abrir las puertas a todo el mundo. La persecución a los cristianos es de la propia sociedad y es un problema que poco a poco lo acabaremos teniendo aquí.

-¿A qué se refiere?

-El problema que tenemos en esta parte de Europa es una tontería social muy extendida, y de odio exacerbado a lo propio. Esto se traduce por oposición en un amor desmedido por lo ajeno. El ataque al catolicismo no tiene nada parejo en el Islam. Es curioso, por ejemplo, que en el sur de España por no querer ofender las instituciones eviten hablar de la Reconquista con una serie de subterfugios, cuando todos sabemos que sí se trató de una reconquista porque previamente nos invadieron.

-¿Cómo viven su condición de cristianos todas esas familias sistemáticamente perseguidas?

-Allí hay gente que ya no tiene nada porque han perdido familia, casa, amigos, trabajo, en definitiva toda su vida. Se trata de personas a las que sus propios vecinos los han echado de sus casas con lo puesto y, después, les han saqueado todo lo que conservaban. Conocí a familias muy pobres que tuvieron que salir corriendo de su pueblo porque llegaban las milicias yihadistas, y como en muchos casos carecían de transporte propio, se vieron obligados a dejar atrás a sus abuelos, sabiendo que final les esperaban frente a los islamistas.

-Como católico practicante, ¿que fue lo que más le ha marcado de su experiencia en esos países?

-Siempre que me hacen esa pregunta contesto lo mismo... Los cristianos de Oriente son un verdadero ejemplo de fe. Hay que reconocer que en esta parte del mundo cada vez confiamos menos en Dios porque a la mínima que se nos tuercen las cosas, nos enfadamos con el de arriba. Lo que mejor me han inculcado los cristianos perseguidos es que la cruz no arrastra, se abraza, como hacen ellos.

-¿Encontró mucha resignación en los países que visitó por parte de los cristianos perseguidos?

-Mucha gente me comentó que como cristianos de Oriente sabían que les tocaba estar perseguidos, aunque no sabían muy bien el porqué. Sin embargo, tenían muy claro que Dios los iba a ayudar, y que nunca los abandonaría por muy mal que se pusieran las cosas para todos ellos. Fue una experiencia muy gratificante por mi parte.

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