Las comarcas de Deza y Tabeirós-Terra de Montes trabajan en cuatro expedientes para que otros tantos ejemplos del patrimonio local alcancen la declaración de Bienes de Interés Cultural (BIC) y, gozando de la protección que les confiere este reconocimiento, pasen a incorporarse al Inventario Xeral do Patrimonio Cultural de Galicia, del que ya forman parte otros 29 bienes materiales e inmateriales de este ámbito territorial. En concreto, el Concello de A Estrada -con tres BIC en el citado catálogo- tiene en tramitación tres expedientes, de manera que podría duplicar el número de bienes ya protegidos con esta declaración. El cuarto expediente abierto en estos momentos en la zona se registra en el municipio de Lalín, que también incorpora tres Bienes de Interés Cultural al inventario gallego.
En A Estrada son ya BIC el Pazo de Oca, su entorno y la Torre de Guimarei. A mayores, el Concello tiene abiertos expedientes para que se declaren como BIC la aldea de Sabucedo, el castro de Barbude y el puente de Pontevea sobre el río Ulla. La más antigua de estas aspiraciones es la que se vincula al castro de Barbude. Los trámites se iniciaron hace años, con la esperanza de que la declaración de BIC podría servir para abrir la puerta a intervenciones como la propia excavación del castro para un estudio más exhaustivo.
El ayuntamiento estradense trabaja en que la aldea de Sabucedo sea declarada BIC desde 2013, apostando por el interés etnográfico de que es la cuna de la secular Rapa das Bestas. Sin embargo, la tramitación es lenta. Finalmente, en 2015 se dieron pasos para alcanzar esta misma protección para el antiguo puente de Pontevea, que podría remontarse al siglo XV. En esta aspiración confluye, junto al Concello de A Estrada, el vecino ayuntamiento de Teo.
En cuanto a Lalín, la capital dezana aspira a sumar la iglesia de Bermés a los tres BIC que incorpora al patrimonio cultural gallego: Pazo de Liñares, Mámoa da Cruz y el grabado rupestre Parada de Alperiz "Monte Fonteiriño Altar do Sol". La iniciativa en este caso es vecinal, partiendo de María Luisa Otero, socia del colectivo La Unión. La iglesia tiene en torno a 1.500 años, según el historiador Armando Vázquez, conserva elementos de estilo prerrománico y destaca, sobre todo, por sus canecillos. Los vecinos están tramitando la documentación y cuentan con el apoyo tanto del PP como del gobierno local.
Agolada es el municipio de las comarcas que más BIC incorpora al Inventario Xeral do Patrimonio Cultural de Galicia. Aporta ocho, en su mayoría vinculados a estaciones arqueológicas. En concreto, figuran los grabados rupestres Aián Picurela, Campo do xastre y Pena da Carballeira. A ellos se suman los restos del antiguo mercado popular de Os Pendellos y las zonas arqueológicas As Namelas 2, As Namelas 3, Chaira do Medio y Mámoa dos Muíños.
Forcarei tiene registrados otros cinco Bienes de Interés Cultural: Mosteiro de Aciveiro, Torre Vella de Barciela, grabado rupestre Castro de Codesas, grabado rupestre Outeiro de Cuspe. Laxa das Buratas y de nuevo otra parte de este grabado rupestre.
En el caso de Silleda, son cuatro los bienes que alcanzaron ya esta protección. Se trata de la Fortaleza de Chapa, el Mosteiro de San Lourenzo de Carboeiro, la Torre de Cira y el grabado rupestre de Castro Primadorna.
En Cerdedo figuran con el reconocimiento de BIC tres grabados: Fraga das ferraduras, Montes de Parada y A Laxa Veiga do Chan.
Rodeiro suma otros dos Bienes de Interés Cultural. Uno es una monumento y otro una zona arqueológica. En el primer caso de trata de la Torre de Santa María, mientras que el segundo BIC se corresponde con Coto dos Mouros, con dos fechas de incorporación a este catálogo, 1985 y 2011.
Vila de Cruces suma a este inventario de patrimonio cultural el grabado rupestre Tuiriz, clarificado como monumento histórico-artístico. Finalmente, el ayuntamiento de Dozón no tiene registrado bienes con esta protección en este inventario patrimonial.
