El asentamiento de la panificadora de Docampo en el polígono de Vilapouca supuso una vuelta a sus orígenes de quien nunca los olvidó: el forcaricense José Luis Docampo Bugallo. Este mes se cumplirán 60 años de su nacimiento, precisamente en A Devesa de Presqueiras. Trabajó vendiendo seguros generales para una empresa de Madrid hasta que su espíritu emprendedor le llevó a abrir su primer obrador en la calle Loureiro Crespo de Pontevedra en 1986. Había estudiado la zona y sabía que el barrio carecía de panadería. Su hija Olalla Docampo Cadavid recordaba ayer que durante su infancia ella y sus dos hermanas vivieron inmersas en la vorágine del negocio familiar. Docampo impulsó desde su primer obrador la apertura de nuevas tiendas en Pontevedra y de un segundo obrador en Joaquín Costa, ya en los noventa, para dar servicio a más tiendas. Hoy dispone de 10 establecimientos , de los que 7 ofrecen servicio de cafetería. Pero en 2006, daría un paso más centralizando y ampliando su producción en la panificadora que radicó en el polígono industrial de O Campiño. También entonces se acordó de su tierra. Bautizó la planta con el nombre de un monte de su Presqueiras natal, Campelos do Coto. Esta panificadora solo cierra dos días al año: el 25 de diciembre y el 1 de enero. "Es muy sacrificado. Cuando todo el mundo descansa, tenemos el doble de trabajo", relata Olalla Docampo. Aun así, le encanta su trabajo. Estudió Derecho y Dirección de Empresas y hoy trabaja en el grupo empresarial familiar, que impulsaría en 2014 la fábrica de Pan Tostado Docampo. Esta lleva el nombre de quien empezó con un obrador y hoy tiene más de 250 empleados.