Uno de los ríos más conocidos de A Estrada, el Liñares, atesora hoy entre zarzas y el desconocimiento general de los vecinos del municipio un ingente patrimonio natural, industrial y arquitectónico con el que A Estrada podría venderse como destino turístico vinculado al senderismo y al barranquismo. Convencida de ello, la Asociación de Veciños Virxe Peregrina de A Estrada está ultimando un anteproyecto de ruta fluvial de 7 kilómetros de longitud que discurriría entre A Ponte Vella de Liñares y A Ponte Románica de Paradela. Plantea impulsar su creación y la recuperación por tramos de esta cuenca fluvial al amparo de la estrategia A Estrada Social e Sostible (AESS) 2020 para explotar turísticamente el glorioso pasado industrial del río Liñares y los asombrosos parajes fluviales que oculta.
Buen conocedor de todos ellos, el directivo de Virxe Peregrina José Antonio López Pampín subraya que esta ruta podría ser el contrapunto perfecto para otros emblemáticos atractivos turísticos de A Estrada como el Pazo de Oca o Sabucedo y su Festa de Interese Turístico Internacional, la singular Rapa das Bestas. Impulsar esta nueva ruta -sita a escasa distancia de la villa, "a pocos minutos" en coche- proporcionaría "alicientes" adicionales para pernoctar en alguna de las numerosas casas de turismo rural existentes en el municipio así como para desayunar, comer y cenar en establecimientos hosteleros de la villa, con la consiguiente reactivación económica para la hostelería. Agrega que el punto más lejano de la villa dista apenas 5 kilómetros del casco urbano. Y hace notar que el creciente número de aficionados a la práctica del senderismo y el barranquismo podrían disfrutar a tope de un río que conjuga bucólicas estampas en torno a remansos del Liñares con las abruptas paredes de roca viva de los barrancos de Pina y vestigios de la intensa actividad industrial vinculada al lino, a la fabricación de harinas y a la producción hidroeléctrica que se llevaron a cabo en este río hasta hace apenas medio siglo.
La ruta tendría su inicio en A Ponte Vella de Liñares y mostraría a continuación, los molinos industriales de O Fouleiro, el viejo pontón que salvaba el río, la vieja toma de agua de A Estrada, la playa fluvial y la zona de As Canizas, donde están un estanque y el canal de la primera hidroeléctrica de A Estrada.Aguas abajo también se puede ver vestigios de la Presa de Paseiro, "muy curiosa" por estar confeccionada con piedras dispuestas en cuña que han sido parcialmente derribadas por los sucesivos temporales. El pequeño Muiño do Regueiro -que solo molía en invierno- y A Ponte das Canizas completarían este ámbito y darían pie a aprovechar el viejo Camiño Real que, procedente de Paradela, se dirigía a la villa por las inmediaciones de la iglesia de Aguións. A Ponte das Canizas era el lugar elegido antaño para poner a ablandar la fibra del lino frente a los cuatro Muiños do Paseiro, en Aguións. En esta misma parroquia pero aguas abajo se localiza el primer barranco del tramo y el puente de cantería que lo salva: Ponte Nogueira. Es un paso estrecho que aun hoy soporta el intenso tráfico de la carretera de Paradela. Su bella estructura es una gran desconocida.
En sus inmediaciones están los Muiños de Ponte Nogueira y vestigios de la antigua Ponte Nogueira. Aun resisten las cepas sobre las que se apoyaban las vigas de madera que comunicaban Aguións y Moreira. Más adelante se halla un complejo de cantería que alberga la Presa da Serra (un viejo aserradero de madera con tres sierras movidas por una noria hidráulica) y el Muiño de Tres Dedos. Tras la Carballeira de Porto dos Bois y su fresca sombra estival, todavía se atisban los restos de un batán -en el que mazos muy pesados golpeaban la fibra del lino para ablandarla- y la Presa da Devesa. Esta antes estancaba agua para los Muiños do Salgueiro. Luego sería modernizada por Hidroeléctrica Cortizo. De ahí se surten hoy Cortizo y la presa de Paradela. Más adelante están los molinos y el área recreativa de Salgueiros (en Trasmonte), A Ponte do Calvelo, O Agro do Lobo (Aguións) y los Muiños do Calvelo. Ahí arranca el barranco de Pina, una zona muy accidentada con rocas a ambos lados que Virxe Peregrina cree muy atractivo para el barranquismo. En ese tramo están también la presa de la antigua hidroeléctrica de Pina -aun se conservan dos casas de cantería que albergaban las turbinas- y restos del viejo puente metálico que comunicaba esta zona con Trasmonte así como 98 escalinatas de piedra que suben desde Pina hasta Aguións. Luego el Liñares recibe las aguas del río de Figueiroa y baña el Muiño do Inferniño. Virxe Peregrina propone establecer ahí una conexión con otra nueva ruta que podría conectar este mábito de desembocadura hasta A Ponte da Frieira de Aguións y sus doce molinos. Sería una alternativa a quien no quiera completar toda el trazado hasta el punto final, sito en A Ponte de Paradela.
