El sorteo del Niño, al igual que ya hizo el Gordo de Navidad, volvió a repartir suerte en Galicia y en la zona, pero a diferencia del día 22 en que ésta llegó en forma de un quinto premio a Lalín, ayer el azar pasó de largo de las comarcas. Deza y Tabeirós-Terra de Montes sintieron el golpe del azar solo en forma de pedreas y terminaciones de los primeros premios. Aunque, el Niño trajo ya satisfacción a la zona con el incremento de las ventas en comparación con las del año pasado. Así lo ponían de manifiesto desde la Administración Nº 2 de Lalín, su propietario, Manuel Fernández Buján, apuntaba que "aunque se vende una quinta parte de lo que despachas para Navidad, este año se notan más demanda". También matizaba que, a diferencia del sorteo del Gordo, las ventas se centralizan en apenas 15 días, en plenas navidades. Si bien, algo también habrá podido influir en este incremento que esta administración, sita en la Praza da Marina, vendiera uno de los quintos premios del sorteo del Gordo que correspondían al número 00943. En esta ocasión los premios sellados en este punto oscilan entre los 40 y los 140 euros por décimo.

En términos similares se manejaban desde la administración de lotería situada en la calle Calvo Sotelo, de A Estrada, que confirmaba un repunte de las ventas con respecto al mismo sorteo del pasado año. Unas ventas que no solo se quedan en Tabeirós sino que llegan incluso a Holanda y Costa Rica, tal y como apuntaban sus responsables. Pedreas y terminaciones de los primeros números han copado los premios en esta ocasión. Además, este punto despachó la terminación del primer premio rematado en 54.

Otros puntos de Deza, como la administración de Silleda también se sumaron al reparto de terminaciones y pedreas. Su responsable, Gustavo Pousa, se encontraba en pleno proceso de recuento de los premios vendidos y afirmaba que sobre todo habían repartido terminaciones, que percibirían entre 40 y 100 euros, y algunas pedreas. También otras administraciones de A Estrada como las situadas en la Avenida de Santiago y en Casa Neira constataban el reparto de terminaciones de los primeros premios y pedreas.