La comarca amaneció ayer con pequeños y adultos buscando en sus casas los regalos que habían dejado los Reyes Magos. Las bajas temperaturas y el día desapacible no favoreció que los niños se echasen a la calle para disfrutar con los presentes que habían pedido y en la mayor parte de los municipios sus rúas estuvieron desiertas.

El principal motivo de ocio u esparcimiento de todos estaba en sus propias viviendas, en las que a primera hora de la mañana comenzaron a sacarse los papeles decorativos de los presentes que habían estado aguardando con tanta ilusión tras una noche de celebración. En localidades como Lalín la hostelería y la restauración funcionaron bastante bien en la víspera de un día festivo y en una noche que, pese al mal tiempo, trajo la visita de Sus Majestades de Oriente a todos los municipios de la comarca. En la era de las nuevas tecnologías muchos de los regalos son precisamente mecanismos electrónicos de juego, aunque los juguetes más tradicionales siguen teniendo tirón entre los niños a la hora de escribir sus cartas a Melchor, Gaspar y Baltasar. A media tarde muchos de los envoltorios de los presentes ya eran visibles en los contenedores, mientras dentro de los hogares las familias recibían visitas de amigos y parientes para comprobar si sus peticiones a los magos habían sido atendidas.

Una de las tradiciones que se mantiene en Deza es la de la compra del roscón de Reyes y en los establecimientos se despacharon gran cantidad de este postre típico de estas fiestas. El día de ayer fue muy corto para muchos de los niños, sin apenas tiempo para disfrutar con todos los regalos que llegaron de noche a sus casas. Antes de regresar a las aulas tendrán momentos para jugar con todos los regalos recibidos.