A Estrada apuró ayer la mágica celebración del Día de Reyes. La magia de la Navidad y de Sus Majestades de Oriente se resistía a abandonar el municipio.

Tras una noche de intenso trabajo para los Reyes Magos, de sueño inquieto para los niños y de madrugones para abrir los regalos que Melchor, Gaspar y Baltasar habían dejado en las casas, A Estrada celebró la Epifanía del Señor con una celebración litúrgica presidida por un Belén viviente. Concluía así la programación navideña programada por la parroquia de San Paio si bien el espectacular Nacimiento de 9 metros de longitud con figuras en movimiento, un río con agua en circulación y hasta 5 imágenes de la Virgen María para relatar históricamente lo sucedido entre sus desposorios con San José y la huída a Egipto para escapar de las malas intenciones de Herodes continuará expuesto todavía varias semanas más.

Para la tarde, Orazo había programado ya tradicional tarde de confraternidad con visita de los Reyes Magos y actuaciones musicales y teatrales. El fallecimiento a las 15.00 horas de la vecina de mayor edad de Orazo y, a la postre, madre de una de las actrices del espectáculo hizo que la organización llegase a plantearse suspender la celebración. Pero, tras hablar con la afectada, se decidió seguir adelante con las actividades previstas.

En una tarde pasada por agua, los Magos de Oriente llegaron a la cita a pie pero puntuales y cargaditos de caramelos, que repartieron entre los niños a su llegada. Luego, en primera fila del público, disfrutaron del saber hacer de las pandereteiras de la parroquia. Lilaila no defraudó y puso la banda sonora a la celebración.

Acto seguido, como marca la tradición parroquial, el Aula de Teatro de Cotomanguelo estrenó las piezas de teatro preparadas por sus distintos grupos. Los más pequeños -que ya no lo son tanto como en sus inicios, dado que ahora tienen entre 9 y 12 años- representaron la obra A ra que perdeu o charco, inspirada en el texto de Anisia Miranda. Por su parte, los jóvenes de entre 14 y 16 años pusieron en escena la obra Cita case a cegas. Y, por último, un plantel de actores de Orazo de lo más variado en cuanto a las edades -formado por jóvenes veinteañeros pero también por personas jubiladas- escenificaron Ollo cos estudantes.

De este modo, Orazo sigue insistiendo en su intención de dinamizar el rural con el teatro, haciendo más alegre la vida invernal en las aldeas.

Concluidas las representaciones teatrales, los vecinos confraternizaron degustando postres navideños aportados por los reposteros de la parroquia. Tomaron roscones, dulce de limón, bizcocho y tarta de queso. Un chocolate caliente cerró la parte gastronómica de la celebración, que se dio por concluida al filo de las 20.00 horas.