El alcalde de Vila de Cruces, Jesús Otero, se pronuncia sobre la polémica de la red de traída de agua de la parroquia de Fontao, de la que solo funciona el ramal que abastece al poblado minero. El regidor insiste en que toda la obra -incluida la de la parte baja de la parroquia- ya fue recepcionada por el Concello, con lo que no es necesaria que sea recepcionada por la concesionaria del servicio, Espina y Delfín.

Tras varios días después de que trascendiese que A Brea, Salgueiros y otras zonas llevan dos años sin poder acceder a la traída, el alcalde contactó ayer miércoles con la citada empresa para abordar cuándo pueden engancharse los usuarios. Otero recalca que en el Concello "no se presentó ninguna solicitud ni ningún vecino me dio ningún tipo de queja sobre la carencia de este servicio". Sin embargo, al parecer sí se presentaron " dos ó tres" solicitudes en la oficina de Espina y Delfín. El regidor pidió a la empresa que le derive estos expedientes, "para que sean aprobados en junta de gobierno". Una vez que pasen este trámite, los usuarios podrán pagar las tasas que se marcan por acceder a este servicio.

Queda por resolver, sin embargo, otra cuestión. Desde la oposición el PSOE señala que habría que hacer arquetas para cada suministro, cuyo coste tendrían que asumir los propios interesados, cuando lo lógico es que el vecino solo pague las obras que van más allá de la arqueta. Sea como fuere, el abastecimiento de agua se antoja más que necesario porque en la parte baja de la parroquia se detectó, igual que en el poblado minero, altos contenidos de arsénico en el agua, muy por encima del máximo permitido.