"En La Estrada, a veintiuno de mayo de mil novecientos diez y seis. Reunidos los Sres. que se relacionan al margen, en el Salón de Sesiones de la Nueva Casa Consistorial". Así se inicia el acta del pleno que la corporación estradense celebró el 21 de mayo de 1916, presidida por el entonces primer teniente de alcalde Pedro Varela. Lo significativo de este documento no es su contenido en sí, sino que se trata del acta de la primera sesión plenaria celebrada en la que hoy día es la casa de todos los vecinos de A Estrada. De este modo, el 2016 será también el año en que la capital de Tabeirós conmemore el primer siglo de administración local en la actual casa consistorial.
El Concello se encuentra preparando algún tipo de acto que visibilice la celebración de este especial aniversario. De cómo era entonces el ayuntamiento en el que los estradenses podían, como ahora, encontrar la administración más próxima al ciudadano solo queda el recuerdo. Fondos fotográficos o artículos como el publicado por María Jesús Fernández Bascuas en la revista del Museo do Pobo Estradense sobre la construcción del consistorio estradense permiten rememorar cómo fue este edificio. En su interior, cualquier parecido con el actual es pura coincidencia, aunque sí se conserve, salvo algunas excepciones, la imagen externa.
Aquel pleno de 1916 inauguró el funcionamiento de la administración estradense en un edificio cuyas obras habían sido recepcionadas en marzo de ese mismo año, tomando siempre como fuente el artículo de Fernández Bascuas. Culminaban así ocho años de obras aunque no cesaban los gastos. No en vano, no será hasta 1923 cuando se instale en la nueva casa consistorial luz eléctrica, construyéndose dos años después un pozo de agua para los servicios sanitarios, una cuestión hoy día básica pero de la que en aquel momento todavía se carecía.
Las dependencias de la administración estradense se encuentran distribuidas en el interior de este edificio en cuatro plantas. Sin embargo, hace un siglo únicamente había dos. La planta baja estaba dedicada a la administración de Justicia, una situación que se prolongó hasta que los juzgados se trasladaron a un edificio independiente. El salón de plenos estaban en la planta principal. En este segundo nivel estaban también los despachos del alcalde y del secretario, así como todas las dependencias propias de un ayuntamiento. Junto a ellas figuraban asimismo la biblioteca o el registro de la propiedad, entre otros servicios. Por tanto, la fotografía de aquella primitiva administración, que fue aumentando sus servicios con el paso de los años, nada tiene que ver con la imagen que ofrece hoy día.
El propio salón de sesiones en el que se celebró aquel primer pleno de 1916 no guarda similitud alguna con el de hoy día. La imagen de estancia en la que la democracia toma cuerpo en A Estrada a través del debate entre los distintos grupos políticos a los que el voto ciudadano concede representación ha mudado considerablemente con el paso del tiempo. En una imagen de 1942 de este salón, por ejemplo, lo muestra dominado por una balaustrada de madera y flanqueado por imágenes que en la actualidad ya no encontrarían cabida.
