La población del área nororiental de la provincia -en donde se ubican Deza y Tabeirós-Montes- es cada vez menos numerosa pero también más longeva. El IGE publicó ayer los datos de la encuesta estructural a hogares correspondientes a 2014, en los que se concluye que desde 2007 -el ejercicio más antiguo que puede consultarse- los nueve municipios perdieron, en conjunto, 4.817 personas.

Por tramos de edad, van a menos los niños y jóvenes de 0 a 19 años, que suman 9.110. Son unos 1.700 menos de los 10.826 que se contabilizaban siete años atrás. Y, puesto que nacen menos niños, es lógico que las consecuencias se noten en los tramos siguientes de edad. Así, de 20 a 60 años residen en las comarcas 36.516 personas, mientras que antes de la crisis lo hacían 39.095. También descienden los vecinos que tienen entre 60 y 75 años, ya que en los últimos siete ejercicios se perdió más de un millar, pasando de los 13.777 habitantes a los 12.616. Sin embargo, la tendencia cambia al analizar cuántos vecinos hay con más de 75 años. Son 11.446, mientras que en 2007 la cifra era de 10.177, es decir, aumentaron en 1.269.

A modo de curiosidad, la población es más longeva, sí, pero sobre todo entre las mujeres. Por géneros, de entre 0 y 19 años hay 4.868 varones frente a 4.242 féminas. Sin embargo, con más de 75 años se imponen ellas, ya que se contabilizan 4.571 hombres frente a 6.875 mujeres.

Que la población es mayor también se nota en otro dato: la tipología de los hogares. El año pasado se registraron en las dos comarcas 26.025 hogares, justo 333 menos que siete años atrás. De esa cifra, el 24,7%, o lo que es lo mismo, 6.436 viviendas, están conformadas por personas de 65 años o más. La cifra subió en relación a 2007, pues por entonces eran un millar menos, 5.427. Es más, se constata que la edad media del único morador de los hogares unipersonales es de 70,3 años, lo que da una idea de ese envejecimiento y de la necesidad, también, de seguir adelante con políticas de integración para las personas de este tramo de edad, vivan solas o no. Porque también es cierto que en los últimos siete años aumentaron en 450 los hogares que tienen dos personas o más que superan los 65 años. En 2014 en ese apartado se registran 5.950 hogares, frente a los 5.499 de 2007. Por tanto, es lógico que bajen las casas en los que ningún morador tiene esta edad, pasando de las 12.917 a las 11.982.

Frente a esta situación, descienden las viviendas en las residen jóvenes con menos de 16 años. La cifra para la zona nororiental de Pontevedra se queda en la barrera de los 5.000, marcando 4.927 hogares, cuando hubo otros tiempos en los que llegaba a 6.183. Se desciende, en concreto, en 1.256 puntos.

El hogar tipo de las comarcas es el monoparental o el de una pareja con hijos. De los 26.025 hogares totales, se encuadran en estas características 10.027, que sobrepasan con holgura los 5.013 hogares unipersonales y los 6.097 que conforman parejas sin prole. Pero hay que comparar estos datos con los de 2007: en esas fechas seguían predominando los hogares de matrimonio con hijos (había 11.303), pero desde entonces aumentaron las viviendas con solo un residente (en ese año se constataban 4.805) y las de parejas sin descendencia (4.738). Ello da una idea de hasta qué punto corre peligro el relego generacional.

La falta de recambio, y también la crisis económica, que impide la emancipación, explican que la edad media de la persona principal de la casa se sitúe en los 53,5 años para los varones y los 58,4 para las mujeres. La situación se agudiza más al hablar de la edad media del sustentador principal: 54,8 años para los varones y 64,06 para las féminas.

Hablando de crisis, parece que los años más crudos van quedando atrás, porque se dispara la cifra de hogares que llegan con facilidad a fin de mes. Son 15.547 casos (el 59,7% del total), más del triple de los 4.453 que en 2007 no tenían problemas económicos. Así es que descienden los que tienen dificultades, pasando de los 14.099 a 9.662. Baja también, y de forma notoria, los que tienen muchos problemas, al pasar de los 7.808 a 817.

El ingreso medio mensual por hogar sigue la tendencia gallega y sube en comparación a 2013. Si hace dos años estos ingresos eran de 1.780 euros, en 2014 llegan a los 1.842, muy cerca de los 1.863 de la media provincial. Pero eso sí, antes de la crisis la media estaba en 1.860. La recesión económica, en estos últimos años, permitió que se aproximasen más las cifras de la provincia y la de las comarcas. Así, el ingreso medio mensual por persona en toda Pontevedra es de 699 euros, mientras que en la zona nororiental es de 688. En este sentido, en las comarcas subió en relación a 2007, pues en ese año el ingreso medio era de 664.

También hay mucha similitud en cuanto a la mediana de ingresos -es el valor que ocupa la posición central- de toda la provincia y de la zona que analizamos. Así, la mediana provincial es de 1.699 euros (en 2007 era de 1.840), mientras que en las comarcas es de 1.633, tras subir levemente de los 1.621 que tenía antes de la crisis económica.