Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

José Luis Pereiro Otero, "Seixo": "Al final, lo que más te conciencia como conductor es que veas la tragedia cerca "

"Muchas veces, el problema es el propio recuerdo del accidente porque te predispone a lo que va a pasar"

Seixo ha sido condecorado por evitar un siniestro. // Bernabé/Gutier

El pasado 29 de octubre, un conductor que circulaba en sentido contrario provocó un accidente de tráfico en la A-6, a la altura de Nadela, lo que hizo que una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico en el lugar del suceso. El lalinense José Luis Pereiro Otero, "Seixo", formó parte del contingente de la Benemérita encargado de una actuación que, finalmente, le ha reportado la Medalla al Mérito Militar con distintivo blanco. Seixo compagina su vocación profesional con la pasión por el fútbol, siendo el director deportivo del Club Deportivo Lalín.

-¿Lo de la A-6 se lo toma como un simple gaje del oficio?

-Son cosas que le pueden pasar a cualquiera, y que cualquiera lo hubiera solucionado igual que yo. La única diferencia es que yo estaba allí. La Guardia Civil, en Tráfico, posiblemente sea de las especialidades más preparadas que hoy existen a nivel policial. Nosotros estábamos regulando un accidente en un lugar peligroso y a 400 metros, más o menos, escuchamos el ruido de otro. Yo me dirigí a la carrera al punto de donde procedía el golpe, donde había una curva. Allí me encontré a tres personas en el carril izquierdo de la autovía hablando, una furgoneta atravesada cortando el tráfico, y lo que hice fue obligar a salir al arcén a todos ellos. Me puse a señalizar en dirección contraria a los vehículos. A los cuatro primeros los conseguí avisar, pero al quinto me fue totalmente imposible. Me pasó a unos 60 centímetros de mi, arrolla a la furgoneta, la eleva 14 metros por el aire y mata desgraciadamente a uno de los que estaba allí, que había vuelto al lugar del accidente. Estaba solo porque mi compañero se había quedado en el accidente anterior.

-¿Qué se le pasó por la cabeza en ese momento tan tenso?

-Fue algo instintivo, y no te da tiempo a pensar en nada. Yo, y cualquiera con un par de años de experiencia, tenía la certeza de que antes o después iba a haber otro accidente. Es inevitable que una furgoneta parada en un carril izquierdo, en una autovía, de noche y con afluencia de tráfico, provoque un accidente. Si eso mismo pasa en el carril derecho todavía lo puedes evitar. En un carril izquierdo y en un tramo curvo, como digo, es inevitable porque vienes adelantando y las velocidades son más elevadas, y el tiempo de reacción es mucho menor. Con todo, no fue el accidente más complicado de vida profesional. Recuerdo que me estrené en Palas de Rei con, desgraciadamente, tres muertos hace diez años.

-¿Es cierto que todos los que trabajan en emergencias, como ustedes, se terminan acostumbrando a este tipo de contingencias?

-Sí te acostumbras porque, para empezar, es nuestro trabajo. También es cierto que te quedan recuerdos imborrables de accidentes en los que has estado. Yo me acuerdo de niños o de padres jóvenes que sabes que tienen hijos. Al final, tú trabajas en esa zona, pasas habitualmente por allí y es inevitable que te vengan esos recuerdos. Es como si caminando por una calle te cae una maceta. Durante toda la vida, cada vez que pases por esa calle te acordarás de aquello. Yo voy de Lalín a Lugo cuatro veces a la semana durante los últimos diez años, y me acuerdo prácticamente de cada curva, de cada jabalí y de cada atropello. Muchas veces, el problema es el propio recuerdo porque te predispone a lo que va a pasar.

-¿Hemos mejorado los conductores como usuarios de la carretera?

-Yo creo que sí, sobre todo porque tenemos más conciencia del peligro. Evidentemente, las campañas de publicidad forman muchísimo y, después, el que más y el que menos, al vivir en Galicia, siempre es fácil conocer a un vecino, amigo o pariente que tuvo un accidente. Al final, lo que más te conciencia como conductor es que veas la desgracia o la tragedia cerca. De todas formas, también pienso que se debería dedicar más tiempo a lo que es la educación vial. Es complicado modificarle los hábitos a gente con más de 70 años. Sin embargo, a un niño pequeño sí. Yo tengo un hijo que se sube al coche y lo primero que hace es ponerse el cinturón. Se lo pone y punto. Deberíamos de impartir un par de horas semanales en los colegios educación vial a los chavales.

-Nos quejamos mucho de las sanciones administrativas, ¿siguen siendo necesarias para que los conductores se lo piensen dos veces antes de hacerlo mal?

-Las sanciones están ahí y en todos los ámbitos de la sociedad. Las cuantías no dependen de nosotros, pero es evidente que son necesarias. Hasta que no haya una concienciación plena como dicen que hay en otros países, y que habría que comprobar si es cierto, se aprende de esta forma. El problema es que como es muy habitual usar el coche también son más habituales nuestras multas. Existen muchos ámbitos de la sociedad con multas más elevadas que las nuestras, pero que no tienen la misma repercusión.

-¿Los gallegos quizás seamos mejores conductores que otros españoles por la climatología adversa que tenemos en invierno?

-No sé lo que dicen las estadísticas, pero sí que es cierto por mi experiencia que, por ejemplo, en el rural de Lugo donde hay más nieve no hay más accidentes. Allí, la gente acomodó su forma de conducir a esa circunstancia. La mayoría de las salidas de vía no son por velocidad excesiva, si no inadecuada. Me refiero a que en zonas donde está limitada la velocidad a 80 kilómetros por hora, si llueve o si nieva, debemos adaptar la conducción sin tener que superarlos.

-¿Los de Tráfico tienen asumido su mala prensa en la sociedad?

-Es inevitable. Sin embargo, cada vez más hay gente que te felicita y que valora nuestro trabajo. Te dicen que está bien lo que haces porque les das seguridad y estabilidad. De la misma forma que ven negativo que les pueda caer una denuncia, también ven como algo positivo que les quites de la carretera a aquel infractor de turno o como pasó hace poco con la campaña de revisión de neumáticos. Afortunadamente, ahora ya se empieza a vender mejor nuestra labor en la sociedad.

Compartir el artículo

stats