El Partido Popular rechazó ayer una iniciativa del BNG -apoyada por los otros dos grupos de la oposición- para reclamar al Estado que rebaje un 50% los peajes de las autopistas del Atlántico (AP-9) y Central Gallega (AP-53) en 2016. También se pedía en el texto la reposición de los trabajadores "que se fueron suprimiendo en los últimos tiempos" y las personas en cabinas.

Por otro lado, los grupos políticos que sustentan los gobiernos municipales de Lalín, Silleda y Santiago de Compostela presentan mociones para exigir la rebaja del peaje de la autopista que comunica la capital gallega con el municipio de Dozón. Las demandas que llevarán a los plenos de las respectivas corporaciones locales están dirigidas a la Xunta de Galicia y al Ministerio de Fomento, a quienes se solicita que asuman "de manera clara y firme el compromiso de realizar todas las gestiones necesarias para propiciar con carácter urgente la rebaja del inasumible peaje de la AP-53". También se remitirá el acuerdo plenario al resto de concellos por los que discurre la autopista, así como a instituciones, partidos políticos y agentes sociales de ámbito gallego y estatal para que "se sumen a esta reivindicación y, dentro sus ámbitos competenciales y de sus funciones propias, se impliquen de manera activa en la búsqueda de soluciones".

La moción hace hincapié en la limitación que supone para la vía en cuanto elemento de vertebración territorial y dinamización social y económica el hecho de tener "uno de los peajes más caros de España". Tener que pagar casi seis euros por un trayecto de poco más de 40 kilómetros explica, además, la baja densidad de vehículos que circulan por la autopista -6.050 cada día, según los datos de octubre-, en comparación con la media nacional. "El prohibitivo precio afecta de forma muy directa a la movilidad" de los tres municipios y a la calidad de vida de sus vecinos.