Pavos en movimiento que picotean trigo, olivareros sacudiendo un olivo, una señora dándole a un gato con una escoba, dos leñadores usando el tronzador, la aguadora dándole de beber a una niña y las figuras articuladas del herrero, el zapatero o el alfarero llevando a cabo las tareas propias de su oficio son tan solo algunas de las pintorescas estampas que ofrece el gran belén de la iglesia de A Estrada. Aunque estas escenas son ya conocidas para los cada vez más numerosos incondicionales del nacimiento estradense, sus artífices han conseguido este año de nuevo superarse.

La imaginación de Isabel Villamor no tiene límites y con la ayuda de sus más estrechos colaboradores -sus padres, Manolo Villamor y Carmen López, y el matrimonio formado por Marga Couceiro y Enrique Marín- ha llevado a cabo una reconfiguración de todo el belén con una novedosa estructura en tres niveles que varía notablemente la distribución del nacimiento respecto de años anteriores. Se ha ideado de tal manera que discurre pegado a 9 metros de dos paredes del templo, permitiendo usar la puerta izquierda de entrada a la iglesia, que en años anteriores tenía que permanecer cerrada.

El párroco José Antonio Ortigueira y los niños del catecismo estrenaron ayer el belén, que permanecerá expuesto hasta finales de enero. El sacerdote quiso felicitar y agradecer a los artífices del belén su intenso trabajo. Destacó, además, la gran atención que han prestado a la naturaleza. El agua nace en una gran cascada y discurre luego por un río con agua corriente que simula ser el Jordán hasta llegar al lago de Tiberíades de Galilea, donde campan a sus anchas peces vivos. Pero, además, en el nacimiento hay numerosas fuentes y hasta un acueducto para regar los huertos. Hay, asimismo, plantaciones de lechuga, pino, lentejas, guisantes, eucaliptos, trigo y tirabeques. Además, tiene un carácter historicista. Suma varias imágenes de la Virgen para relatar sus desposorios, la Anunciación, la visita a Santa Isabel, el Nacimiento y la huida a Egipto a través del desierto.

Los villancicos que los niños cantaron el viernes y la inauguración del nacimiento, ayer, marcan el inicio de la programación de Navidad en la iglesia de A Estrada. En ella destacará el nacimiento viviente con niños que habrá el 25 de diciembre y el 6 de enero en la misa de las 12.30. El 27 se honra a la Sagrada Familia con las familias y la conmemoración de las bodas de oro y plata matrimoniales.