El conselleiro de Educación defendió la apuesta de su departamento por la integración en las aulas en referencia al caso de un escolar con necesidades especiales que cursa sus estudios en el CEIP Manuel Rivero y que motivó las protestas de progenitores y la ausencia de varios niños a clase en días pasados. Un caso en el que el centro ya tomó medidas a principios de curso y en el que Rodríguez matizó que la consellería espera el informe realizado por los servicios de orientación e inspección educativa para valorarlo en detalle y adoptar las medidas oportunas.

Precisamente, el padre del menor irrumpió en la celebración del acto ayer en el instituto con la intención de abordar directamente a Román Rodríguez. El delegado provincial de Educación, César Pérez Ares, responsable directo de realizar el informe, se encargó personalmente de atender las reclamaciones del progenitor que apelaba a que el menor "ha mejorado su conducta y resultados un 80% desde el inicio de curso". Ares defendió que la primera opción abogará por la integración del menor garantizando también los derechos del resto de alumnado. El caso ya había trascendido socialmente hace meses, si bien la comunidad educativa quiso llevarlo con discreción para no estigmatizar al menor implicado.