Las drogas fueron ayer las protagonistas de una interesante charla-coloquio que tuvo lugar en el Forum Dezae del Pontiñas Centro Comercial y de Ocio Gadis de Lalín. El sargento jefe de la Policía Judicial lalinense, Manuel Gil García, fue el encargado de impartirla a padres y adolescentes que se dieron cita en el recinto de la gran superficie convocados por el colectivo Medrar 2.0, que organizó el evento para ayudar a las familias a conocer el efecto de los estupefacientes en los más jóvenes.
-¿Qué objetivo tienen este tipo de charlas informativas?
-Lo que se busca es que todo el mundo sepa lo que son las drogas porque muchas veces pensamos que el alcohol o el tabaco no son droga y sí lo son. También se pretende dar a conocer la variedad de drogas que existen y cómo detectar en nuestros hijos que puedan estar consumiendo drogas porque hay unos signos corporales que nos alertan de ese posible consumo.
-¿Es cierto que ha disminuido la edad de iniciación en las drogas?
-Esto es como todo porque la sociedad ha cambiado mucho. Yo jugaba en mi barrio desde las nueve de la mañana hasta las diez de la noche, y me tenían que tirar para casa y no pasaba nada, ni te secuestraban, ni había droga , ni nada de nada. Con la droga pasa lo mismo. Hoy hay multitud de sustancias, variedad de precios al alcance de cualquiera y, por ejemplo, se calcula que los críos con 13 o 14 años ya hacen botellón e incluso fuman mucho antes.
-¿Es ahora la droga más fácil de conseguir que años atrás?
-Por desgracia, lo que antes era una lacra. hoy en día el que tiene un cierto poder económico y se aburre de lo que hace se le da por meterse una raya de coca. Es dinero fácil porque siempre lo ha sido, lo que pasa es ahora está súper extendido por todas partes.
-¿Cuándo debe empezar a alarmarse un padre sobre la posibilidad de que su hijo se drogue?
-Cuando empieza a preocuparse es que ha cometido algún error en la educación de su hijo. Porque si empieza a preocuparse es que no ha controlado ni amistades, ni forma de ser, ni tampoco hábitos de su hijo. Y si no ha controlado eso creo que estamos llegando tarde. Partiendo de esa base, y que te das cuenta de que está haciendo algo extraño, todo depende de la sustancia. Normalmente, los críos empiezan con la marihuana, después con el tiempo se pasan al hachís, y el siguiente paso es un poco más complicado y sucede a una mayor edad, con 17 o 18 años, que puede ser con cocaína, la metanfetamina o el LSD. No tenemos que esperar a que aparezca una alarma para hablar con nuestros hijos de las drogas. Desde pequeñitos, tanto en esa materia como en acoso escolar o sexualidad, los críos deben conocer lo que es la droga y sus efectos en tu físico como en tu propia familia. El que entra en la droga, al final, acaba pegándole a la madre, le roba al padre, a los hermanos no quiere ni verlos y cosas por el estilo. No hay que olvidar que la sustancia química que tiene un porro tarda una semana en desaparecer del cerebro.
-¿Los padres de hoy son más descuidados que los de antes?
-Bendito sea que la mujer haya avanzado en sus conquistas sociales, pero antes mi madre estaba en casa y me controlaba, sabía mis horarios, si estudiaba y los programas de la tele que veía. Ahora casi le regalan la Playstation para que esté entretenido, no le dan importancia al WhatsApp y no hay control. La diferencia es que antes había más prevención que hoy en la familia.
-¿Cuál es el nivel de drogadicción en Deza y Tabeirós-Montes?
-Si comparas con la costa de Pontevedra se podría decir que no hay, pero consumo realmente sí hay en una zona tan extensa como las dos comarcas. Plantar una planta de marihuana en el medio del monte, sobre todo en el interior, es mucho más fácil que en otras partes, así que todo influye.
