"Siempre es usted el que enciende el fuego", replicó Crespo al alcalde en uno de los habituales rifirrafes con el mandatario, Rafael Cuiña. La hostilidad verbal entre ambos tuvo varios momentos álgidos que generaron una tensión quizá innecesaria. La contienda política, pero también de egos, subyace en los cruces de declaraciones entre ambos. Y ayer no fue una excepción. Crespo defendió la presencia de las ministras y candidatas Isabel García Tejerina (Agricultura) y Ana Pastor (Fomento) en actos de campaña. Con la crisis láctea de fondo, el alcalde reprobó que llevase a Tejerina "en calidad de ministra" a la cooperativa Campodeza. La campaña electoral se coló por momentos en el debate. Crespo, que había atacado en público a Cuiña por respaldar a la lista de Nós, contestó por alusiones las palabras del mandatario cuestionando a los "políticos profesionales". "Mi etapa en política tiene fecha de caducidad; luego regresaré a mi actividad como empresario", dijo. Iglesias replicó que se sentía orgulloso de ser profesional de la política y recordó al mandatario que su padre también lo había sido. "Usted -dijo el mandatario al líder de la oposición- llegó aquí puesto a dedo por una persona y yo me presenté a unas elecciones". Ya con la tensión por las nubes, Crespo -ahora en una posición de inferioridad- comparó los méritos vitales del alcalde y los suyos. "Usted lo heredó todo cojonudamente, pero los demás lo tuvimos que sachar", espetó al regidor, quien contestó si la Alcaldía también la había heredado. "Están constantemente diciendo que en este gobierno hay personas que ni se hablan, pero que están aquí por interés y otras cosas; algo lamentable. La verdad es que están haciendo la oposición que me gusta", exclamó Cuiña, tendiente a veces a desquiciar a sus contrarios. Al final llegó el bálsamo cuando le dijo que había sido un buen alcalde durante años, pero después ya no y eso fue, entre otras cosas lo que me animó a presentarme a las elecciones". Otra disputa la tuvo Cuiña con la edil del PP Eva Montoto sobre el servicio de normalización lingüística. Montoto se vino arriba en las formas y fue frenada por la Alcaldía.

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