El gobierno de Lalín aprobará hoy los presupuestos para 2016, unas cuentas en las que el ejecutivo de Rafael Cuiña insistió en que se habían diseñado para las personas y las prioridades de sus vecinos. El PP, que queda ahora como único grupo de la oposición, rebate que el presupuesto tenga un marcado perfil social. Sin entrar a desmenuzar las partidas consignadas para este fin, los populares interpretaron las cuentas centrando parte de su crítica en el nuevo gobierno de cuatro fuerzas.

El portavoz municipal, José Crespo, hizo un análisis más político y declaró que los presupuestos están condicionados por "contentar a los socios de gobierno" y dijo que donde realmente se aprecia la gestión es el la liquidación presupuestaria. "El alcalde paga con sueldos municipales voluntades políticas", espetó, en relación a la cuarta dedicación exclusiva incluida en las cuentas. Dirigió este salario hacia el edil del BNG, Francisco Vilariño, que, junto al mandatario, Rafael Cuiña, y los concejales Nicolás González Casares y Miguel Medela tendrían las cuatro nóminas del ejecutivo. "Pasamos de un gobierno con dos dedicaciones y 80.000 euros de coste a cuatro, que suman 162.000", declaró el viceportavoz del PP José Antonio Rodríguez. Crespo indicara instantes antes que era cierto que había dicho en campaña que en caso de ganar su equipo tendría cuatro sueldos, pero se ciñó al último escenario; el del pasado mandato. Crespo acusó en varias ocasiones al alcalde de haber mentido cuando dijo que no tendría sueldo "que apoyamos y veo lógico que así sea" o que se bajarían los impuestos. En estos términos aseguró que la presión fiscal pasa de 411 a 442 euros y existe una subida de impuestos. "Que este es un presupuesto social ya se verá cuando se presente su liquidación", dijo, poniendo como ejemplo el taller de empleo de Liñares o la reparación del firme en el polígono; inversiones gestionadas en el transcurso del año y luego incorporadas como inversión real.. También expuso que las críticas a la delicada situación financiera del ayuntamiento se desmontan cuando ahora se aprueban unas cuentas municipales expansivas, y cuestionó los plazos de amortización de deuda. En materia tributaria insistió en que el tipo impositivo del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) en el 0,4% era el que el PP tenía previsto aplicar en caso de ganar las elecciones, cuestionando de nuevo el 0,46. En el pleno de hoy se presentará una alegación contra esta ordenanza fiscal.

Personal

Tanto Crespo como Rodríguez expusieron que un presupuesto menos ambicioso era posible sin aumentar la contribución. Reprobó el modelo de Relación de Puestos de Trabajo (RPT) pues entienden que puede dejar servicios descubiertos. Crespo admitió que su gobierno inflaba el cuadro de personal con plazas que no salían a concurso para tener fondos disponibles para, mediante operaciones de modificación de crédito, suplementar con dinero proyectos que pudiesen llegar de otras administraciones.