La celebración del festival y la consiguiente práctica de botellón por parte de algunos asistentes dejó molestos daños colaterales en la localidad de Silleda y dentro del propio recinto. De este modo, ayer algunos vecinos de la capital municipal daban cuenta de la presencia de vasos y otros residuos, además de restos de orina, en varios portales de edificios. "¿Que trabajo les costará echar la basura en los contenedores?", se preguntaba una de las afectadas por el incivismo de algunos de los participantes en el festival. Tampoco el recinto ferial se libró de estas prácticas y amaneció ayer lleno de restos de basura en los exteriores del pabellón que albergó la fiesta.