La Diputación provincial debe asumir la puesta en marcha del Centro de Xestión do Coñecemento Arqueolóxico (CXCA) del Pazo de Liñares y el espacio virtual ubicado en la casa consistorial lalinense. Este es el acuerdo cerrado por el anterior grupo de gobierno local y que se mantendrá con el nuevo ejecutivo provincial, pero los plazos previstos se están alargado más de lo esperado. Para el espacio de Liñares ni siquiera hay fecha para su estreno y el aula virtual está pendiente de que el departamento provincial de Turismo la dote de financiación.
Fuentes de la Diputación reconocen que a estas alturas, y pese a que estaba previsto que en septiembre llegasen los primeros arqueólogos a Liñares, no hay una estimación acerca de plazos. Pero además apuntan una cuestión que nunca había trascendido y que tendría que ver con una modificación en la licencia municipal. A falta de que la institución provincial avance más detalles sobre este asunto, el gobierno lalinense no tiene constancia de ningún problema con esta licencia. Fuentes municipales, tras ser consultadas por este particular, explicaron que ni el Concello es conocedor de la necesidad de tramitar ningún tipo de permiso ni tampoco desde la Diputación llegó una petición en ese sentido. Ayer técnicos municipales trataron de solventar esta cuestión con la entidad provincial, algo que fue imposible al no estar los funcionarios que llevan este expediente. "No tenemos ni idea, pero desde la Diputación no llegó nada", comentan desde el Concello, al tiempo que indican, tratarán de conocer con detalle de qué problema se trataría.
Al margen de cuestiones de índole administrativo, la Diputación debe resolver la contratación de los dos arqueólogos adscritos a un servicio que cuenta con una tecnología muy avanzada. De hecho, su instalación requirió de gran complejidad por tratarse de mecanismos muy completos. Otro de los problemas se solventó semanas atrás, con la colocación de un poste para que Liñares tuviese una óptima calidad de Internet.
Las previsiones iniciales eran
que los dos arqueólogos se desplazasen al Pazo de Liñares en los primeros días de agosto y que todo el equipo -formado por cinco profesionales- estuviese operativo a comienzos de septiembre. El trabajo de los arqueólogos desplazados a Liñares consistirá en dar salida inventarial a un montón de piezas, alrededor de 120.000, según las estimaciones realizadas hace algo más de dos meses desde de la vicepresidencia del organismo provincial. El Centro de Xestión do Coñecemento Arqueolóxico albergará restos de media docena de castros en los que se ha intervenido en el marco del plan provincial para la recuperación de 23 asentamientos.
