El verdadero museo de la minería de Fontao no está en la antigua capilla y las escuelas reformadas para este nuevo uso, sino en las galerías, donde todavía se conserva una cantidad ingente de maquinaria y los lavaderos del mineral. En noviembre del año pasado, la Xunta dejó ver su disposición a celebrar un encuentro a tres bandas con el alcalde, Jesús Otero, y la familia Cort, propietaria de las minas, de cara a conseguir que ésta cediese la maquinaria para poder exponerla en el museo.
Pero la reunión que iba a coordinar el conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda, fue posponiéndose mes tras mes por cuestiones de agenda. Y la última noticia que tiene el alcalde sobre este cónclave es que será una vez que pasen las elecciones generales. Sea como fuere, ha pasado ya más de un año desde que se barajó la posibillidad de aumentar así el contenido del Museo da Minería, que ya cuenta desde 2013 y hasta 2018 con 300 piezas de la colección del geólogo Jan Dirk Hilgen, cedidas por el Concello de Lalín.
Desde la oposición, se duda de que este encuentro vaya a celebrarse finalmente. "Es que ni siquiera han arreglado los seguros para esa maquinaria que iba a cederse, y deberían estar listos desde hace por lo menos dos años, cuando pregunté por esta cuestión al alcalde", explica el portavoz del PSOE, Xurxo Guzmán. Para los socialistas "al museo hay que dotarlo de más atractivos, como la posibilidad de visitar alguna galería", igual que se hace en otros museos similares.
"El Museo da Minería tiene futuro si lo trabajas", recalca Guzmán, "porque está en un entorno envidiable, con el monasterio de Carboeiro y la Fervenza do Toxa muy próximos". Además, tiene a su favor la cercanía, también, del área recreativa de A Carixa. Guzmán añade que está prácticamente paralizado desde que se destituyó a Diego Casal como director.
Los problemas con este experto reflejan, según las palabras del portavoz del BNG, Xoán Blanco, "la incompetencia del alcalde para poner en marcha este proyecto". "Si no fue capaz de ponerlo en marcha con los presupuestos de las administraciones amigas, si ahora se producen cambios en el gobierno estatal, aún va a ser más difícil", vaticina. Blanco le urge a Otero "que aclare qué proyecto tiene para el Museo da Minería, porque tenemos que buscar algo que sea sostenible en el tiempo, que no se mantenga sólo por dos años". Asegura que las visitas, aunque sea cuentagotas, sí se producen. "Me llaman personas interesadas tanto en visitar el museo como el observatorio astronómico", que también está inactivo por la falta de electricidad. "No es normal que puedan invertirse 40.000 euros en un columpio en A Carixa y que, sin embargo, se sea incapaz de abrir el museo", apostilla Blanco.
