La Xunta autorizó ayer, en el marco del Consello de Goberno, tres nuevos parques eólicos entre los que figura el situado en montes de Órrea, Agolada. Con esta medida el gobierno gallego busca reactivar el sector eólico con una inversión conjunta que se sitúa en más de 115 millones de euros. Parejo al de Agolada, la administración también tramitó el eólico Cordal, situado en los concellos lucenses de Friol, Begonte y Outeiro de Rei, así como el parque Alto da Telleira, perteneciente a los municipios pontevedreses de A Cañiza y Covelo.

El parque de Órrea, impulsado por la mercantil Aldesa Energías Renovables de Galicia SL, sumará un total de 10 aerogeneradores con una potencia de 42 Megawatios. En este caso se estima que la producción de energía anual se aproximará a los 120.000 MW/h al año, lo que equivale al consumo generado por más de 28.000 familias. En concreto este parque ocupará una superficie de 567,39 hectáreas que afectan a un total de 384 parcelas, de las que la cuarta parte, 102, figuran como titular desconocido. También el Concello de Agolada había comprometido ya la cesión de 24 propiedades sobre otros tantos caminos y 267 metros de la carretera de Outeiro. En su momento, también se contabilizaban ocho parcelas que gestionaba el Banco de Terras de Galicia (Bantegal), cuya superficie conjunta ascendía a casi 10 hectáreas. En concreto, el proyecto cuenta con un presupuesto que asciende a los 52.298.333,37 euros.

Los trámites para la puesta en marcha de este parque eólico comenzaron ya a finales de 2010. El pasado mes de julio la consellería de Industria sometía a información pública el proyecto a la solicitud de declaración de utilidad pública referente a las instalaciones. Mientras, en mayo del pasado año la consellería de Medio Ambiente tramitaba ya la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del proyecto. Un trámite que llevaba a la firma impulsora a depositar un aval de 915.000 euros. Dicho informe recogía, entre otras cuestiones, las recomendaciones emitidas por varios organismos y entre las que figuraban la preservación de los arroyos Muiño y Porto Mourís. También se indicaba que dos de los aerogeneradores se ubicaban en el entorno de restos arqueológicos. De ahí, que del proyecto original se plantease la variación del acceso a uno de los aerogeneradores para preservar este espacio. Junto a ella, el análisis detallaba que la zona donde se proyecta el parque viven especies incluidas en el Catálogo Galego de Especies Ameazadas. Se trata de aves rapaces como el halcón pequeño o el millafre negro. Por este motivo, el DÍA recogía también medidas de protección concreta para la cría de estos ejemplares en las labores de desbroce en el parque.