Su nombre es difícil de pronunciar. Quien lo hace por vez primera, repite. Los que saben de su origen explican que es una forma de verbalizar el sonido de unos dedos que recorren una pandereta. Señalan que Tequexetéldere viene a ser la onomatopeya de una muiñeira. El dato lo ofreció una vecina de A Somoza y, con ello, bautizó a una agrupación de música y baile tradicional que dio sus primeros pasos en 1990. La formación celebra su cuarto de siglo el próximo 4 de diciembre.

En la conmemoración de este especial aniversario, Tequexetéldere no estará sola sobre el escenario. A ella se unirá la Banda de Música Cultural de A Estrada. En algunos momento llegará a haber 70 personas sobre las tablas del Teatro Principal.

El integrante de Tequexetéldere Kike Vázquez y el músico y compositor Simón Couceiro ofrecieron ayer algunos de los detalles de la gala que une a estas dos formaciones de música y baile de A Estrada. Las actuaciones arrancarán a las 21.00 horas y la entrada será totalmente gratuita, si bien es necesario retirar previamente invitación. Estas estarán a disposición de los interesados a lo largo de toda la semana que viene, en el departamento municipal de Cultura.

La gala se dividirá en dos partes. La primera tendrá un corte más tradicional y estará centrada en piezas interpretadas por el cuerpo de baile, las pandereteiras y el cuerpo instrumental de Tequexetéldere. Será en la segunda parte cuando se una a este grupo la Banda Cultural. Contando con que serán unos 50 músicos los que se suban al escenario, las formaciones de baile serán un tanto atípicas por una sencilla cuestión de espacio.

La celebración de estos 25 años de Tequexetéldere servirá también para el estreno en A Estrada de la obertura que compuso Simón Couceiro, una pieza para la que eligió el nombre de este grupo local. Tequexetéldere será interpretada únicamente por los componentes de la Banda Cultural, sin baile.

Desde su nacimiento hasta el día de hoy, Tequexetéldere se ha movido siempre entre los 25 y los 30 integrantes. A los componentes del grupo se suma una importante cantera, la que llega pisando fuerte desde su media docena de escuelas. En total son unos 130 bailarines y músicos distribuidos en las aulas de baile, gaita, percusión, acordeón, pandereta y solfeo.