Los alcaldes de los municipios con presencia en la Mancomunidade Terras de Deza mantuvieron ayer una junta de portavoces, unos días después de la constitución de esta entidad con la representación salida de las urnas de mayo. Si en aquella sesión los regidores de Lalín y Silleda amagaron con abandonar esta organismo por el reparto de la representación de cada partido político, el encuentro de ayer parece que sirvió para que las aguas volviesen a su cauce y los munícipes se centraron en dar impulso a esta agrupación de concellos.

Su presidente, Luis López, avanzó al término de la junta de portavoces celebrada en el consistorio lalinense que la mancomunidad precisa financiación para ser útil, pero quedó descartada la opción de incrementar las cuotas a los municipios. ¿Los motivos? Las arcas públicas de los concellos de Lalín, Silleda, Vila de Cruces, Rodeiro y Agolada ya tienen muchos servicios que atender y los recursos no son ilimitados. Zanjada una posibilidad ya puesta sobre la mesa en el pasado el alcalde de Rodeiro y dirigente de esta entidad señaló que para ganar capacidad de gestión de recursos se elaborarán proyectos o iniciativas susceptibles de contar con financiación europea. Por el momento no se concretaron las líneas a trazar, pero López subraya que se buscarían "todo tipo de opciones" en planes comunitarios, al margen de que se recaben subvenciones de otros organismos públicos como la Xunta de Galicia. El presidente sabe que para que la mancomunidad sea útil -no lo fue demasiado en sus algo más de una década desde su constitución- son necesarias al menos dos cosas. Voluntad política y recursos económicos son claves. En caso de que se recibiesen fondos externos, habría que analizar qué concello es susceptible de beneficiarse de estos planes, así como la cuantía económica que le correspondería de forma proporcional.

Lo que sí se concretó fue la puesta en marcha de un programa de eficiencia energética. Ya desarrollado el año pasado con unos 90.000 euros de remanente de la mancomunidad, se concretó solamente en Silleda y Vila de Cruces y compensado con aportaciones del Instituto Enerxético de Galicia (Inega). Al ayuntamiento trasdezano todavía le restan algunos fondos y Cruces ya habría casi agotado su participación. Ahora se empleará el dinero que tiene Lalín, Rodeiro y Agolada para acometer estos planes de eficiencia energética, sin renunciar si fuese posible a fondos del Inega de nuevo si vuelve a sacar una orden semejante el próximo año.

Los alcaldes de Lalín (Rafael Cuiña), Silleda (Manuel Cuiña), Vila de Cruces (Jesús Otero) y Agolada (Ramiro Varela) acompañaron al presidente en una reunión en la que se aprobaron facturas pendientes y todos mostraron su compromiso contra la violencia machista posando ante un gran lazo morado delante de la casa consistorial lalinense.