El patronato, con el sistema de funcionamiento que tuvo en los últimos años está condenado si no a desaparecer a, reformularse. El primer paso fue dado por el grupo de gobierno presidido por Rafael Cuiña con el recambio de representantes ajenos a la administración municipal, sustituidos por miembros de colectivos culturales. Pero las funciones ejecutivas siguen estando en manos de cargos políticos y en esta comisión están representados los grupos de la corporación. El gobierno anunció poco después de tomar posesión la supresión de las dietas por asistencia a comisiones del patronato, que supondrían un ahorro estimado de 15.000 euros anuales. Pero no es este dinero el que condiciona la actividad de las secciones del patronato -conservatorio, emisora y Seminario de Estudos do Deza- sino la excesiva dependencia de fondos municipales para preservar sobre todo el centro formativo musical.

Desde fuera del consistorio algunas voces apuntan que el futuro pasa por crear una escuela de música municipal que aglutinase a todas las existentes en el concello. Mantener el conservatorio con esta configuración tiene aspectos positivos y otros que no lo son tanto. Lalín ofrece un conservatorio profesional a la comarca y a su área de influencia, pero como en otros casos, asume casi en exclusiva su coste. A medio plazo podría plantearse la implicación de otros organismos públicos en su mantenimiento.