El Patronato Cultural de Lalín es un organismo con presupuesto propio, pero sus cuentas están directamente relacionadas con las que aprueba anualmente el ayuntamiento. Sobre esta entidad recae la coordinación del conservatorio profesional de música, la emisora de radio pública o el Seminario de Estudos do Deza. Su autonomía como patronato es más que limitada pues su funcionamiento depende casi en exclusiva de la financiación de las arcas municipales que, ya con los datos consolidados del año pasado, supuso el 75% de la cuenta total de ingresos. El Concello traspasó -derechos reconocidos- a este órgano 337.000 euros de los 447.500 de gastos, si bien en el balance contable figuran otros 57.000 euros pendientes de ingresar a 31 de diciembre del curso pasado. Los recursos destinados por el Concello subieron en 27.000 euros en comparación con 2.013, para, en parte contrarrestar el alza del personal (4,58), que pasó de 282.332 a 295.265 euros. Es decir, el plantel de trabajadores absorbe el 66% de las cuentas.
¿Qué otros mecanismos tiene el patronato para financiarse? Las administraciones públicas supramunicipales son algunas de estas vías o las transferencias de empresas privadas. En este último caso en los presupuestos del patronato se consignaron en ambos casos cantidades simbólicas de 100 euros, pero ni en 2013 ni en 2014 constan ingresos externos de este tipo de benefactores. La Diputación provincial es otra de esas fuentes de ingresos, aunque comparando estos dos ejercicios se constata una leve caída en las transferencias, que pasaron de 19.223 a 18.376 euros. En estas dos anualidades la previsión de ingresos del organismo provincial era de 20.000 euros. La Xunta también habilitó dinero para el Patronato Cultural, aunque solo hace dos años, cuando llegaron 13.000 euros. El curso pasado, cero.
Otra fuente de financiación parte de las matrículas que paga el alumnado por cursar estudios musicales en el conservatorio. Aquí, lejos de caer estos ingresos, aumentan levemente. Este apartado se incluye como tasas dentro de los presupuestos anuales y las cuotas por estudios en el conservatorio profesional lalinense alcanzaron el año pasado -siempre hablando de los datos de la liquidación presupuestaria- los 86.304 euros. Doce meses antes habían sido de 83.661 de derechos de pago reconocidos. A estas cuantías hay que añadir en torno a una media de 6.000 euros en ambas anualidades que aporta como transferencias propias la emisora de radio de tasas o precios públicos. En todos los balances contables existen fondos que, si bien su cobro estaría garantizado, quedan pendientes de ingresar a finales de cada año.
Si analizamos de nuevo el capítulo de gastos de esta institución cultural del curso pasado en la misma se desprende que los trabajadores supusieron 297.756 euros, otros 139.700 corresponden a bienes corrientes y servicios. Y las inversiones reales, para las que se habían planeado 2.500 euros, fueron finalmente de 20.279 euros.
Como curiosidad en las cuentas anuales de esta institución se habilita una partida específica en el capítulo de ingresos para el suministro de libros y otras publicaciones. Para el pasado ejercicio, pese a estar previstos unos ingresos de 2.300 euros, si se observa el balance definitivo se puede comprobar que fueron cero euros.
