La ampliación del cementerio municipal de A Romea no es una prioridad inmediata para el grupo de gobierno. El proyecto, si bien no se aparca, sí está en cierta medida supeditado a conocer la demanda real de sepulturas para, si es posible, ocupar el espacio que todavía queda en el recinto y ofertar este suelo a los vecinos que lo soliciten. El departamento de Urbanismo, que coordina Nicolás González Casares, está elaborando una auditoría con las peticiones de sepulturas desde el año 1999 para conocer en qué estado se encuentran las tramitaciones de estas licencias.
El concejal explica que el trabajo consiste en que los técnicos informen durante estos 16 años sobre los permisos que llegaron al consistorio para la construcción de sepulturas. Es decir, por un lado estarían las autorizaciones aprobadas y en las que sus solicitantes abonaron la correspondiente tasa municipal y por otro, las peticiones que si bien fueron tramitadas, todavía no urgiría demasiado concederle el permiso al ciudadano. "Tenemos que ver los permisos pagados y las adjudicaciones y esto quedará claro en esta especie de auditoría que estamos elaborando", concreta Casares, quien reitera que este trabajo aministrativo clarificará al grupo de gobierno las necesidades reales. En todo caso el concejal de Urbanismo afirma que en el camposanto de A Romea todavía existe un espacio de terreno en el que no se ha construido y que podría ser aprovechado para atender alguna demanda que tenga más urgencia.
Preguntado sobre si esta decisión supone que se aparque el proyecto de ampliación de A Romea -presentado ya con detalle por el anterior grupo de gobierno hace más de tres años- Casares rechaza esta posibilidad, si bien reconoce que ahora mismo no es una obra inminente y que no pueda esperar más. "Podemos decir que la ampliación del cementerio está en stand by", recalca.
Sobre la ampliación de este camposanto, Casares ya mantuvo contactos con el único propietario de los terrenos que deberán ser, en principio, expropiados. Incluso desde el ejecutivo presidido por Rafael Cuiña se indicó semanas atrás que en los presupuestos para el próximo año se reservarían 90.000 euros para la obtención de los predios necesarios para esta obra. La decisión del Concello supone otro parón al proyecto, justificado por el anterior equipo de gobierno por la necesidad de ofrecer terrenos a los vecinos para la construcción de sepulturas al estar los dos camposantos al límite de capacidad. El antiguo está repleto desde hace ya muchos años.
El proyecto comprendía la extensión de este cementerio hasta el puente de la autopista, en Botos, con lo que se ampliaría en 16.800 m2 una infraestructura que ahora dispone de 22.285.Asimismo, los trabajos supondrían incrementar en 3.200 el número de sepulturas y el recinto pasaría a disponer de 7.292 plazas. Y también se dispondrían una zonas para columbarios.
