En el año 69 un grupo de políticos y vecinos de Deza organizaron la primera fiesta de exaltación de los productos de la comarca. Este evento acabó convirtiéndose en la Feira do Cocido de Lalín con Luis González Taboada Licho como alcalde. Ahora, el ejecutivo del que forma parte su nieto Nicolás González Casares y que preside el cuñado de éste, Rafael Cuiña junto a la Plataforma Aberta Cidadá (APAC) ha pensado que esta Fiesta de Interés Turístico Nacional debe adaptarse a los nuevos tiempos. De las brasileñas que desfilaron ligeras de ropa en algunas ediciones -para el encanto de algunos y críticas de otros- se ha pasado a otro escenario en el que este ejecutivo desea un evento igualitario, otorgando protagonismo al colectivo de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (LGTB).

"Este ano teremos en Lalín a primeira edición do Cocido Gay". Con este mensaje en su perfil de Facebook el alcalde avanzaba lo que será parte de la programación de los actos propios de una celebración que cumplirá 48 años. La idea partió de González Casares y, tras exponerla en una reunión del grupo de gobierno, enseguida contó con el respaldo de la edil de APAC, Lara Rodríguez Peña. Tras esta puesta en común se pensó en la manera de encajar al colectivo LGTB en la cita que aspira a obtener la distinción de interés turístico internacional, siendo así la primera de España que lo lograse. Una vez que la idea esta comprometida, el Concello está obligado a preparar una actividad en la que el colectivo homosexual tenga el protagonismo que se desea. ¿Cómo? Esa es la pregunta que muchos ciudadanos se harán en las próximas semanas. Lejos de los actos protocolarios, la participación de los gays o lesbianas podría hacerse desde la normalidad; es decir, sin un evento específico para estos ciudadanos o quizá el gobierno haya pensado en darle un golpe de efecto con un perfil más lúdico y reivindicativo. Habrá que aguardar si las carrozas del desfile mantienen esa mezcla de etnografía y espíritu carnavalesco que malamente casa o si encima de alguna plataforma lucirán los colores de la bandera arco iris como lo hacen en las fiestas del orgullo de algunas ciudades españolas y del resto del planeta. El primer gesto hacia esta enseña multicolor se produjo en junio, coincidiendo con el Día del Orgullo LGTB. Miembros del grupo de gobierno, de partidos políticos, trabajadores municipales y algunos vecinos se subieron al balcón de la casa consistorial para desplegar esta bandera.

En los últimos años el Cocido, sin perder su esencia de celebración puramente gastronómica, incorporó otras actividades como la Encomenda -suprimida para 2016 por el gobierno local- y se buscaron pregoneros de renombre mediático para que Lalín saliese en el mayor número de medios posible. Sin duda, aunque sea por la originalidad, el Cocido Gay del próximo año no dejará indiferente a casi nadie. El resultado, además de la decisión del ejecutivo de homenajear a un colectivo tradicionalmente incluso humillado, lo cierto es que esta idea sí que dará que hablar. Aunque el protagonismo del pin del Cocido será una réplica de la escultura de Lalín Pork Art elaborada por Paco Lareo, que representa un arlequín, otra creación de Armindo Salgueiro está decorada con colores que recuerdan a la "bandera del orgullo".