Oirós tomó ayer el testigo de la parroquia de Loño (donde se celebró, en junio de 2014, la anterior edición) para acoger la XII Xuntanza de Mulleres Rurais de Vila de Cruces. La jornada, que contó con la bendición de un día casi primaveral, arrancó pasadas las 13.30 horas en el local social. Más de un centenar de mujeres, integradas en las numerosas asociaciones rurales que están activas en Vila de Cruces, compartían mesa y mantel con la concejala de Benestar Social, Beatriz Iglesias, la secretaria xeral de Igualdade, Susana López Abella, y el único varón que acudió a la velada de ayer, el alcalde Jesús Otero. Tanto el regidor como López Abella ofrecieron sendos y escuetos discursos sobre la relevancia que tienen estas jornadas de convivencia. La representante de la Xunta también aprovechó su intervención para recordarles a las presentes que estén atentas a cuando se convoque, el año que viene, las ayudas destinadas a colectivos de mujeres rurales.

No cabe duda de que la jornada de ayer fue un día de convivencia, pero también de intercambio de ideas y de iniciativas que se llevan a cabo en el seno de estos colectivos de mujeres y que sirven para luchar por la igualdad, no solo de género, sino también de las mujeres que viven en áreas rurales y que presentan necesidades específicas.