La liquidación general del año pasado en Deza y Tabeirós-Montes arroja un saldo positivo en 1,27 millones de euros, lo que quiere decir entre los siete concellos que rindieron cuentas ingresaron un 3,3% más de lo que gastaron. No obstante, hay dos ayuntamientos que presentan un balance negativo: Lalín, con 45.844 euros menos de ingresos (15,26 millones de euros) que de gastos (15,3 millones), y Forcarei, con 20.223 euros, al ingresar 2,7 millones de euros y desembolsar 2,72; el desfase es del 0,3% en el concello dezano y del 0,7% en el forcaricense.
El mejor balance corresponde a Vila de Cruces, con 4,23 millones ingresados por los 3,63 gastados, lo que arroja un saldo de 596.544 euros, un 16,4%; seguido de Dozón, en donde los 944.118 euros ingresados superaron en 91.227 a los gastados (10,7%); A Estrada, con 13,07 millones en el haber, 550.740 euros más que en el debe (4,4%), Agolada, con 66.065 euros de diferencia sobre los 1,89 millones desembolsados (3,4%) y Cerdedo, con 36.078 euros a mayores de los 1,38 millones que salieron de sus arcas (2,6%).
