"Hace ocho días que sé que me van a nombrar socio de honor. Al menos, en este caso no me pillan desprevenido, como ocurrió cuando me nombraron también socio de honor de la Banda de A Bandeira". Con estas palabras se refería ayer por la mañana Manuel Mejuto Caramés al acto que, ya por la noche, lo distinguía como socio de honor del colectivo Vista Alegre. Y no es para menos. Al margen de colaborar de forma activa en la preparación de castañas para el magosto o de sardinas para la noche de San Juan, la colaboración desinteresada de Mejuto con Vista Alegre se remonta ya a la década de los años 70, "cuando se hizo la reforma del centro cultural, que por entonces llevaba años abandonado. Yo, como tantos otros, fui a echar una mano", recuerda.

En su familia hay 3 socios del colectivo Vista Alegre, pero es que además Mejuto, aprovechando su jubilación, forma parte muy activa de cualquier otra iniciativa lúdica que se ponga a andar en A Bandeira. "Fui fundador de la Banda, y ahora estoy en la sección de veteranos. A veces, me ocupaba yo de organizar comidas para 300 ó 400 personas". Está también en la nómina de la coral y en una compañía de teatro que está dando sus primeros pasos. "Algunas veces estoy en el auditorio durante más de seis horas", relata. Empezó estudiando solfeo a los 41 años y toca la tuba. Preguntado por si algún día le tentó formar parte de la directiva de Vista Alegre, asegura que no, "porque no dispongo de tiempo".

Ayer, debido a un problema de salud, no pudo celebrarse el nombramiento como socio de honor. Pero sí siguió adelante el resto del programa de la velada, con la inauguración de la exposición fotográfica Bandeira dende o aire. Las instantáneas están firmadas por Marcos Cuiña Iglesias.