La feria mensual de Agolada congregó ayer a 42 ejemplares de porcino, de los que se vendió la mayor parte. Un mes más, y como es habitual desde hace ya varios años, no concurrieron ni vacas ni terneros. Hubo, eso sí, cierto movimiento en el entorno de la Praza do Concello y del recinto de Os Pendellos, donde se celebra el mercado ambulante y que convierte a este enclave en un hervidero durante toda la mañana.