Las máquinas comenzaron ayer a trabajar en la segunda fase de reforma del vial Liñares-Valboa, poniendo así punto y final a sucesivos anuncios de arranque de las obras. Las excavadoras llegaron al tramo que une las parroquias de Riobó y Oca para comenzar con los movimientos de tierra, después de que esta misma semana se hubiese consensuado en qué lugar será depositada toda la tierra que se extraiga durante estas labores.

En esta nueva fase la carretera actual se ensanchará y se mejorará el trazado, haciendo que la plataforma alcance los ocho metros de ancho. De ellos, 6,40 metros serán de calzada, a los que se sumarán dos arcenes de 0,80. La obra proyectada permitirá asimismo rectificar el carácter sinuoso del recorrido, suprimiendo o modificando varias curvas. Un nuevo puente de 31 metros en Riobó salvará el cauce del río para continuar la conexión hasta Oca.