Los salones del Casino de Lalín acogen hoy, a partir de las 20.30 horas, la primera jornada de un programa de conferencias-coloquio organizado por Foro da Vila en colaboración con la Asociación Cultural O Naranxo. El primero de los ponentes es el arqueólogo silledense Israel Picón, que vendrá a hablar sobre la gestión de los recursos patrimoniales. La iniciativa continuará los días 19 y 26 de noviembre, y el 3 de diciembre con charlas dedicadas al gallego en el ámbito jurídico, la defensa de la sanidad pública y la crisis económica.
-¿En qué va a centrar su comparecencia del Casino de Lalín?
-Empezaré con una pequeña introducción sobre la prehistoria y la arqueología a nivel local y comarcal, que estará apoyada con una proyección, y después abordaré una serie de reflexiones sobre lo que está siendo la arqueología en estos tiempos de crisis.
-¿Cuál sería para usted el paradigma de la mala gestión patrimonial actual en la comarca dezana?
-Es complicado de responder. Pienso que el proyecto de recuperación del Pazo de Liñares estuvo bien en principio, pero creo que los fines no son los adecuados. Lo que no sé es para qué se gastó tanto dinero en rehabilitar un pazo, con un laboratorio magnífico, eso sí, pero no veo arqueólogos ni tampoco allí ningún material. Tampoco alcanzo a entender como director de una excavación en Lalín, por poner un ejemplo, la dirección xeral me dice que meta todo el material en Pontevedra. ¿Quién lo lleva después a Liñares con garantías?
-¿Gestionan mejor los vecinos su patrimonio cultural de lo que lo hacen algunas administraciones?
-Los vecinos sí lo suelen hacer mejor a grandes rasgos, aunque hay piratas y desaprensivos como pasa en las administraciones, claro. Un ejemplo de una buena gestión patrimonial es el trabajo que están llevando a cabo la Asociación O Naranxo de Lalín o la de San Miguel de Oleiros en Silleda. En ésta llevamos realizadas una serie de rutas con los vecinos a donde, por cierto, no llegan ayudas ni de la administración local ni tampoco de la autonómica. Se trata de gente del campo que quieren presumir de su patrimonio, y por eso son cada vez más los vecinos que nos acompañan en una actividad que, como digo, no tiene subvenciones ni ayudas del Concello ni de Santiago ni de ninguna otra parte.
-¿Cómo calificaría a la comarca dezana desde el punto de vista arqueológico?
-Deza, a nivel de castros, es una auténtica pasada. Creo que hay sobre 105 castros, lo que es mucho decir sólo en la Edad del Hierro. También hay mámoas o petroglifos como en O Candán, Silleda o Agolada si hablamos del Neolítico, que son auténticas maravillas.
-¿Qué solución propondría para regularizar la gestión patrimonial de la comarca dezana?
-Yo creo que lo mejor sería poder contar con un arqueólogo comarcal. Eso sería algo fundamental para poder tenerlo de manera permanente en el Pazo de Liñares porque ¿quién es el capitán de ese barco? Nadie sabe quién es el que está al frente de ese espacio. Eso es algo que los Feijóo y compañía no pensaron a la hora de llevar a cabo el proyecto del Pazo de Liñares y su posterior colaboración con el Museo de Pontevedra.
