Representantes de la Consellería de Medio Rural se reunieron ayer con vecinos de la parroquia lalinense de Vilatuxe para explicarles las obras que se van a llevar a cabo en sus propiedades. Según el procedimiento establecido, la consellería citó a todos los vecinos pues este trámite comprende la realización de actuaciones dentro de terrenos particulares y no como en el polémico caso de Losón, en el que se llamó a representantes de la Xunta Local porque se trataban de intervenciones sobre caminos públicos.

El objetivo de la reunión, celebrada en el auditorio de la parroquia, tenía por objetivo poner a los vecinos en contacto con la empresa encargada desarrollar la obra a pie de campo, "para una mejor realización de las actuaciones previstas", comentan desde la consellería. El departamento dirigido por Ánxeles Vázquez reitera que en Vilatuxe se estimó más adecuado convocar a todos los vecinos. En Losón el proceso trataba "intervenciones en caminos públicos, no de actuaciones sobre propiedades particulares, por lo que no tenía sentido hacer un llamamiento a todos los propietarios de las parcelas". En el caso de Vilatuxe la consellería indica que este procedimiento es el habitual y pone como ejemplo la convocatoria que hubo semanas atrás en la concentración parcelaria que afecta a las parroquias de Ínsua, Duxame y Portodemouros, en el término municipal de Vila de Cruces. Medio Rural lamenta las "confusiones y malos entendidos" generados en relación a este proceso -en alusión a las críticas vertidas desde el grupo de gobierno lalinense en la reunión de Santa Baia de Losón- y reitera que para desarrollar los procesos de concentraciones parcelarias hará las convocatorias que estime convenientes, siempre de acuerdo con el procedimiento establecido, "y con total respeto a los intereses de los propietarios y al bien común".

La parcelaria de Vilatuxe fue aprobada mediante decreto en 2001 y la fecha de aprobación del acuerdo llegó en junio de 2013. La fecha de aviso de la toma de posesión provisional de los predios fue anunciada en enero del año pasado. El extenso ámbito de actuación de esta concentración de terrenos afecta a un total de 911 hectáreas.

Mediante la reordenación del suelo la Xunta pretende que de las más de 4.000 fincas que había inicialmente -exactamente se establecieron en 4.445- se rebajen hasta las 1.231. Estas algo más de un millar serán las propiedades en las que quedarán distribuidos los terrenos que entraron en este proceso, criticado en más de una ocasión por los daños realizados contra el patrimonio natural. Fueron talados numerosos árboles centenarios y también se produjeron críticas por la mala planificación de la red de caminos o su posterior estado. Ahora, los trabajos se ciñen ya a las fincas de cada uno de los propietarios afectados.