Su producción lechera tiene que respetar unos límites de colonias de gérmenes durante dos meses y de contenido de células somáticas durante tres. Además, en un periodo de medio año no pueden detectarse residuos de antibióticos. Si pasa este control oficial veterinario, una granja lechera puede figurar en el listado de explotaciones en registro de calidad, que maneja la Consellería de Medio Rural.
A nivel gallego, hay 5.542 explotaciones que cumplen con estas condiciones. El 13,5% de las mismas se ubica en tierras de Deza y Tabeirós-Terra de Montes, que suman en conjunto 750 explotaciones que pueden presumir de tener ese plus de calidad. Son la inmensa mayoría de las granjas de calidad de la provincia, pues en este caso la cifra sube a 796, pero las explotaciones con calidad suprema han descendido en los últimos años, fruto tanto de que a veces no cumplen con esos parámetros de calidad -por lo que quedan excluidas del registro durante seis meses- como del cierre de las explotaciones, ya sea por falta de relevo generacional o por una crisis continuada que se agravó con el descenso de precios de la leche cruda.
En las dos comarcas hay, en 2014, un total de 3.975 granjas de vacas, sean de carne o de leche. Pues bien, en éstas se incluyen las 750 mencionadas que figuran en el registro autonómico de calidad diferenciada. Pero es que hubo tiempos mejores, puesto que en 2012 eran casi el doble, en concreto 1.354.
Lo cierto es que desde hace tres años estas ganaderías de élite no han hecho otra cosa que bajar. ya en 2013, la cifra pasó a 1.048, y el año pasado cayó a las 917 explotaciones. El recorte, en mayor o menor medida, se produce en los nueve municipios. Comencemos por los de mayor tradición lechera: Lalín y Rodeiro. La cabecera dezana tiene 196 granjas en dicho registro, pero es que en 2012 tenía 371, mientras que Rodeiro en el mismo periodo de tiempo pasó de 240 a 172. Silleda, poco a poco, también va cediendo terreno al abandono del agro, y si bien en 2012 los veterinarios oficiales controlaban 256 granjas, hoy lo hacen en 123, poco menos de la mitad. Por debajo del centenar se colocan Vila de Cruces, con 81 (en 2012 tenía 122), Agolada, con 42 (63) y Dozón, con 39 (68).
Encima de estar menos arraigada, la producción lechera de alta gama también baja en Tabeirós-Terra de Montes. En un trienio, el registro en A Estrada pasa de 143 a 59 granjas, en Forcarei se reduce de 87 a 37, y en Cerdedo, de 4 se queda con una, la que ya tenía en 2014.
